La autoridad sanitaria de Castilla y León confirma la aparición de dos focos secundarios de influenza aviar en explotaciones avícolas de Valladolid, sumándose a otros focos detectados en diferentes regiones del país durante 2025.
Según fuentes oficiales, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, considerado la referencia en España para casos de enfermedades aviares, ha confirmado la presencia de dos focos de influenza aviar de alta patogenicidad en explotaciones avícolas situadas en las localidades de Aguasal y Olmedo, ambas en la provincia de Valladolid.
Estos focos son considerados de carácter secundario, ya que mantienen vínculos epidemiológicos con un foco principal declarado el pasado 19 de septiembre en Olmedo.
Supuestamente, estos focos secundarios se habrían originado por contacto con aves silvestres portadoras del virus, que suelen migrar desde regiones del norte de Europa y Asia, donde la gripe aviar ha sido una preocupación constante en los últimos años.
La propagación del virus en estas explotaciones podría estar relacionada con vectores naturales, como aves migratorias, o quizás por fallos en las medidas de bioseguridad, que presuntamente no habrían sido suficientes para prevenir el ingreso del virus.
Hasta la fecha, en 2025, se han detectado un total de nueve focos en diferentes regiones de España, incluyendo Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Madrid y Castilla y León.
Además, desde principios de temporada se han reportado unos 40 focos en aves silvestres distribuidos en Andalucía, Extremadura, Galicia, Asturias, País Vasco, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Cataluña, además de otros dos en aves cautivas en País Vasco y Andalucía.
La Junta de Castilla y León activó el 29 de septiembre el protocolo del Programa de Vigilancia de la Influenza Aviar para 2025, tras detectar un incremento en la mortalidad en las granjas afectadas.
En total, estas explotaciones albergan aproximadamente 14,000 gallinas camperas en Aguasal y 88,000 ponedoras en Olmedo. Los servicios veterinarios realizaron visitas de inspección y procedieron a la inmovilización preventiva de las aves, además de tomar muestras oficiales para confirmar la presencia del virus.
De acuerdo con la normativa europea, en estos casos se realiza una investigación epidemiológica para determinar el origen del foco, así como tareas de sacrificio y destrucción de las aves infectadas.
También se llevan a cabo labores de limpieza y desinfección en las instalaciones afectadas.
Es importante recordar que, presuntamente, el virus de la gripe aviar no puede transmitirse a los humanos a través del consumo de carne cocinada, huevos o productos derivados.
Sin embargo, las autoridades recomiendan minimizar el contacto con aves que presenten síntomas o que hayan sido halladas muertas en el campo, para evitar posibles riesgos.
Desde el punto de vista histórico, la gripe aviar ha sido una preocupación recurrente en Europa desde principios del siglo XXI, con varios brotes en países como Reino Unido, Alemania y Francia.
La enfermedad, que afecta principalmente a aves, puede causar pérdidas económicas significativas en el sector avícola y generar preocupación en la salud pública, dado el potencial de transmisión a humanos en casos muy específicos.
Supuestamente, expertos en epidemiología aviar consideran que la vigilancia constante y la implementación de estrictas medidas de bioseguridad son clave para evitar que estos focos se extiendan y se conviertan en una amenaza mayor.
La colaboración internacional y la vigilancia en aves silvestres también juegan un papel fundamental en la detección temprana y control de la enfermedad.
En conclusión, la detección de estos focos secundarios en Valladolid refuerza la importancia de mantener estrictos protocolos sanitarios en las explotaciones avícolas y reforzar la vigilancia en aves silvestres, con el fin de proteger tanto la salud animal como la pública.
La situación continúa siendo monitoreada por las autoridades, que presuntamente trabajarán para contener cualquier posible expansión del virus en las próximas semanas.