La Junta de Castilla y León apuesta por la transformación digital como clave para potenciar la innovación y competitividad en el sector agroalimentario, respaldada por proyectos y estrategias innovadoras que buscan reducir la brecha digital y fortalecer el medio rural.
La Junta de Castilla y León ha reafirmado su compromiso con la digitalización como una de las principales herramientas para potenciar la competitividad del sector agroalimentario en la región.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, destacó en la inauguración de la jornada Next Spain ‘Industria Agroalimentaria y Vitivinícola: Digitalización, Sostenibilidad y Enoturismo Inteligente’ la importancia de que la transformación digital llegue a todos los niveles del sector, desde los pequeños productores hasta las grandes industrias.
Supuestamente, Castilla y León, con una larga tradición en agricultura y ganadería, representa aproximadamente el 28 % del volumen de negocio del sector industrial de la comunidad, siendo uno de los territorios con mayor tradición agroalimentaria en Europa.
La región no solo busca mantener su liderazgo, sino también adaptarse a los nuevos desafíos que plantea la globalización, el cambio climático y las demandas de un consumidor cada vez más interesado en experiencias enoturísticas y productos sostenibles.
Durante su intervención, González Corral afirmó que la digitalización es un paso imprescindible para modernizar el sector y hacerlo más sostenible y eficiente.
La iniciativa no solo pretende facilitar la innovación tecnológica, sino también reducir la brecha digital que aún persiste en muchas zonas rurales, humanizando la tecnología para que esté verdaderamente al servicio del campo.
En este contexto, la consejera resaltó el papel del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), que desde 2022 ha desarrollado una Estrategia de Digitalización con proyecciones hasta 2026.
Entre los proyectos más destacados se encuentran la plataforma SATIVUM, utilizada por más de 7.500 usuarios, y herramientas como FOODTOOL, Enerlácteo y GESVAC 4.0, que permiten gestionar procesos de producción y comercialización de manera más eficiente y sostenible.
Uno de los proyectos más ambiciosos es RETECH PAN (Plataforma Agroalimentaria en Red), una iniciativa conjunta con Castilla-La Mancha, La Rioja y Extremadura.
Presuntamente, esta plataforma, con una inversión total de unos 36 millones de euros (aproximadamente 31 millones de euros para Castilla y León), desplegará tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial, Big Data y realidad aumentada para transformar toda la cadena agroalimentaria, desde la producción hasta la distribución.
Supuestamente, el objetivo es crear un ecosistema digital abierto a agricultores, cooperativas, industrias y centros de investigación, promoviendo la innovación colaborativa y fortaleciendo la economía rural.
La inversión en innovación también se refleja en el sector vitivinícola, considerado estratégico para la región. En los últimos años, se han aprobado alrededor de 177 proyectos de inversión en bodegas, con un coste conjunto cercano a los 226 millones de euros (unos 196 millones de euros en euros), de los cuales aproximadamente 66 millones de euros (unos 57 millones de euros) proceden de ayudas públicas.
Asimismo, la promoción de los vinos de Castilla y León en mercados internacionales continúa siendo prioritaria. En los últimos años, se han apoyado más de 500 programas de promoción en países terceros, con una inversión de aproximadamente 37 millones de euros (unos 32 millones de euros).
Todo ello, en un esfuerzo por posicionar los productos en un mercado cada vez más globalizado y competitivo.
Por otra parte, la consejera enfatizó la importancia del diálogo y la transferencia de conocimientos mediante iniciativas como los grupos AKISCYL, que reúnen a agricultores, investigadores y técnicos en espacios de colaboración.
Hasta ahora, se han creado 17 grupos de trabajo, incluyendo uno específico sobre digitalización, que busca fomentar la innovación desde y para el sector.
Supuestamente, estos espacios de cooperación son fundamentales para construir un sector agroalimentario más fuerte, sostenible e innovador, que pueda afrontar con éxito los retos del siglo XXI.
La apuesta de Castilla y León por la digitalización no solo se refleja en proyectos tecnológicos, sino también en políticas de apoyo y formación que buscan impulsar un medio rural más competitivo y conectado con las nuevas tendencias globales.