La Ciudad avanza en el Área de Desarrollo Prioritario de Avellaneda y su entorno con mesas de trabajo participativas; se priorizaron criterios de ordenamiento del espacio público, movilidad, ambiente urbano, usos del suelo y convivencia cotidiana.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Jefatura de Gabinete y las áreas de Gestión y Desarrollo Urbano impulsan un proceso participativo en el Área de Desarrollo Prioritario (ADP) Avellaneda y su entorno, con el objetivo de analizar las dinámicas urbanas de un sector de Flores–Floresta y recoger aportes sobre sus principales problemáticas y desafíos, a partir de un pre diagnóstico.

La convocatoria se organizó de manera territorial y también a través de las redes sociales de distintas áreas de gobierno. El encuentro tuvo lugar el 9 de diciembre en el Teatro de Flores y reunió a residentes del área, representantes barriales, integrantes de la Junta Comunal y del Consejo Consultivo así como a equipos técnicos de diferentes áreas del Gobierno de la Ciudad.

Las mesas se llevaron a cabo como espacios de escucha activa y se estructuraron en ejes temáticos para abordar de forma específica las particularidades de la avenida Avellaneda y su entorno inmediato.

Los vecinos y vecinas pudieron expresar diagnósticos y propuestas enfocadas en la convivencia diaria, complementando el diagnóstico general y generando acciones de corto plazo para reforzar la gestión.

Ejes prioritarios surgidos durante las mesas

• Ordenamiento del espacio público y fiscalización: atención al uso de veredas, cargas y descargas, galerías comerciales, depósitos y la compatibilidad de usos.

• Movilidad, tránsito y transporte: gestión de la circulación de transporte pesado y micros, estacionamiento y los impactos de estas dinámicas en la vida cotidiana del barrio.

• Ambiente urbano: mantenimiento, limpieza, gestión de residuos, iluminación, arbolado y control ambiental ante la alta intensidad de uso de la zona.

• Usos del suelo y actividad económica: necesidad de compatibilizar desarrollo comercial con diversidad de usos, identidad barrial y preservación del patrimonio urbano.

• Convivencia y vida cotidiana: mejoras en las condiciones de habitabilidad en un entorno con presiones económicas y logísticas.

Prediagnóstico Av. Avellaneda y entorno: un proceso de escucha y análisis territorial

Las Mesas de Trabajo y Consenso permitieron poner en común problemáticas, relevar aportes concretos de los vecinos y construir un diagnóstico más preciso del funcionamiento actual de la zona, con propuestas de acciones de corto plazo para fortalecer la gestión.

A partir de este diagnóstico, se prevé avanzar en una nueva etapa de prioridades para la zona mediante una mesa interministerial. Estas instancias forman parte de una estrategia de planificación urbana orientada a ordenar, mejorar y equilibrar el desarrollo del área, fortaleciendo la presencia del Estado y promoviendo un entorno urbano más integrado y sostenible.

Contexto y referencias adicionales

La conversación sobre desarrollo urbano en la Ciudad no se limita a este encuentro. En la agenda de la Ciudad se destacan, entre otras noticias, el balance de Gestión 2025, que enfatiza autonomía, cooperación y participación; y las capacitaciones en acceso a la información pública y gobierno abierto, que en 2025 alcanzaron a miles de personas mediante encuentros presenciales y virtuales.

También se reportaron avances en emergencias, con la formación de nuevos especialistas en áreas críticas de seguridad municipal. Estas referencias, difundidas por distintas áreas de gobierno, contextualizan el esfuerzo por combinar desarrollo urbano con transparencia y capacidad operativa.

Perspectivas

Según el marco de trabajo vigente, presuntamente se buscará consolidar un mecanismo de coordinación entre ministerios para definir prioridades y calendarizar intervenciones de corto y mediano plazo en el ADP Avellaneda y su entorno.

Se espera que, con la participación vecinal y la supervisión técnica, se logre un equilibrio entre la actividad económica y la habitabilidad, reduciendo tensiones entre comercios, peatones y servicios públicos.

Históricamente, la avenida Avellaneda ha sido un corredor de actividad comercial y tránsito intenso, por lo que estas medidas buscan modernizar la gestión sin perder la identidad barrial.

En ese marco, la ciudadanía podría ver mejoras en la seguridad vial, la limpieza, la iluminación y la convivencia cotidiana, aspectos que ya se venían perfilando en encuentros anteriores y que, de mantenerse el impulso, podrían traducirse en avances tangibles en los próximos meses.