El Obelisco de Buenos Aires abre un mirador exclusivo a 67 metros de altura, permitiendo vistas panorámicas únicas y una experiencia que ya conquistó a miles durante su debut. La iniciativa, que busca fortalecer la identidad porteña y potenciar el turismo urbano, promete extenderse en futuras ocasiones.
En un hito que combina historia, cultura y turismo, el Obelisco de Buenos Aires inauguró un innovador mirador que permite a vecinos y turistas disfrutar de vistas panorámicas desde una altura de 67 metros.
La iniciativa, lanzada en conmemoración del 89° aniversario del monumento más emblemático de la ciudad, ha generado gran expectativa y entusiasmo entre quienes anhelan una nueva perspectiva del skyline porteño.
Desde su apertura, más de 200 personas ya han tenido la oportunidad de subir a lo alto del monumento y contemplar la ciudad desde sus cuatro ventanas panorámicas.
La experiencia, que se realizó por primera vez durante el fin de semana largo, contó con una convocatoria que superó las 25.000 inscripciones, evidenciando el interés y la demanda por este tipo de actividades que unen historia, identidad y turismo.
El acceso al mirador se realiza a través de un pequeño ascensor interno que lleva a los visitantes a la base de la cúpula, donde deben subir 35 escalones para llegar a las ventanas panorámicas.
Desde allí, se puede apreciar un paisaje inigualable que abarca desde el microcentro hasta las zonas periféricas, permitiendo una visión completa de la metrópoli y sus alrededores.
La experiencia no solo busca ofrecer un espectáculo visual, sino también fortalecer el vínculo emocional de los porteños con su símbolo más reconocido.
Organizada por la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, en colaboración con el Ministerio de Espacio Público y el Ente de Turismo porteño, esta iniciativa ha sido respaldada por distintas instituciones que buscan potenciar el turismo interno y promover la cultura local.
La propuesta continuará los días 9, 10, 11 y 14 de mayo, aunque por el momento está destinada únicamente a quienes lograron inscribirse previamente.
La comunicación con los participantes se realiza a través de las redes sociales oficiales de la Dirección General de Participación Ciudadana y Cercanía.
César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano de Buenos Aires, expresó que “tenemos previsto extender las visitas en futuras ediciones.
Por ahora, los interesados deben estar atentos a las convocatorias que se anunciarán en las redes sociales”.
Los testimonios de quienes han vivido la experiencia reflejan la fascinación y emoción que genera esta vista privilegiada. Patricia García, vecina que participó en la primera jornada, comentó: “El ascenso fue una experiencia maravillosa; las vistas son espectaculares”.
Cristina Roberti, de 81 años, también disfrutó del momento y dijo: “Estoy fascinada, como si fuera un juguete nuevo. Ojalá todos puedan vivirlo”.
Para muchos, el Obelisco no solo representa un símbolo de la ciudad, sino también un lugar cargado de historia y emociones. César, de 40 años, recordó con entusiasmo los festejos tras la conquista del Mundial de Fútbol 2022, cuando millones de argentinos celebraron en ese mismo lugar.
“Estar adentro del monumento es algo increíble, una experiencia que conecta con nuestra identidad”, afirmó.
Por su parte, Daniel, un visitante venezolano de 32 años, calificó la actividad como “una experiencia inolvidable” y resaltó que “pocas ciudades en el mundo ofrecen la oportunidad de subir a un Obelisco”.
La iniciativa ha sido muy bien recibida, y se espera que en futuras ediciones más personas puedan disfrutar de esta vista única y de la historia que enmarca a Buenos Aires.
El proyecto busca consolidar al Obelisco como un espacio de interacción y turismo, reforzando su rol como símbolo nacional y urbano. La Municipalidad de Buenos Aires continúa explorando nuevas formas de acercar la cultura y promover el turismo interno, en un momento en que la ciudad busca revitalizar su economía y su imagen internacional.
La expectativa es que esta experiencia se convierta en un referente para visitantes de todo el mundo y una fuente de orgullo para los porteños.
En cuanto a los precios, la entrada tiene un costo aproximado de 10 euros por persona, facilitando así el acceso a una experiencia que combina historia, vistas panorámicas y un contacto cercano con uno de los íconos más importantes de Argentina.