Con una obra visual que simula camas hospitalarias y contadores en cuenta regresiva, se busca concienciar sobre la urgencia de donar órganos en la ciudad de Buenos Aires. La muestra estará en exhibición hasta el 7 de diciembre y busca sensibilizar a la población sobre la importancia de la donación y las largas listas de espera.

En un acto que ha conmovido a la ciudadanía, la ciudad de Buenos Aires presentó una obra de arte en el emblemático Obelisco que simboliza la dura realidad que enfrentan las personas en lista de espera para un trasplante.

La instalación, titulada “No hay más tiempo”, fue inaugurada el Día de la Persona Trasplantada y busca visibilizar la urgente necesidad de incrementar la donación de órganos en Argentina.

Supuestamente, esta obra ha sido creada por el artista Matías Sivori, quien colocó dos camas hospitalarias, una para adultos y otra pediátrica, en la vía pública, sobre las cuales se sitúan corazones anatómicos que representan a los pacientes que aguardan un trasplante.

En cada uno de estos corazones hay un contador digital en cuenta regresiva, que simboliza el tiempo que les queda a los pacientes en la lista de espera, reflejando la angustiosa sensación de que el tiempo se agota.

La iniciativa tiene como objetivo crear conciencia sobre la gravedad de la situación. Según datos supuestamente del Ministerio de Salud de Argentina, cerca de 8.000 personas requieren un órgano en el país, entre ellas 200 niños. La realidad es que una proporción significativa de estos pacientes mueren antes de recibir el órgano que necesitan, con cifras que indican que aproximadamente el 20% de quienes necesitan un corazón o un pulmón fallecen en lista de espera.

Supuestamente, esta obra busca también promover la reflexión sobre la importancia de la donación voluntaria de órganos. La muestra estará en exhibición hasta el 7 de diciembre, en una de las locaciones más icónicas de Buenos Aires, para captar la atención de transeúntes y visitantes.

La instalación fue acompañada por la legisladora Patricia Glize, quien impulsó la ley que declara este día como el “Día de la Persona Trasplantada”, con la finalidad de fomentar campañas de información y sensibilización.

El Instituto de Trasplante de la Ciudad, responsable de coordinar los procesos de donación y trasplante, también participó en la iniciativa. Presuntamente, esta entidad trabaja para garantizar que los procedimientos sean transparentes, equitativos y respetuosos de los derechos de los pacientes.

Históricamente, la lucha por mejorar las tasas de donación en Argentina ha sido constante, con campañas que buscan desmitificar mitos y promover la solidaridad social.

La obra en el Obelisco no solo es una metáfora visual impactante, sino también un llamado urgente a la acción para salvar vidas. La esperanza es que esta iniciativa ayude a aumentar el número de donantes y a reducir las largas listas de espera que, supuestamente, dejan a muchas personas en una situación desesperante.

El mensaje que deja esta instalación es claro: el tiempo para actuar se agota, pero aún estamos a tiempo para cambiar esta realidad y ofrecer una segunda oportunidad a quienes más lo necesitan.