La ciudad celebra la Navidad en Palermo con el Desfile Mágico Alparamis y un jardín lumínico que transforma las calles. Más de 120 artistas recorren la zona junto a Papa Noel, acompañado de un mercado y shows musicales.
La Ciudad de Buenos Aires celebró la Navidad con un despliegue festivo en Palermo, donde Papa Noel se unió al Desfile Mágico Alparamis. Las carrozas iluminadas y más de 120 artistas itinerantes desfilaron por las calles que rodean la Plaza Sicilia, creando un paisaje de fantasía para chicos y grandes.
Este desfile, que recorrió el eje de la avenida Berro hacia Sarmiento y siguió por Libertador y Casares, retomó rumbo hacia el Jardín Japonés antes de retornar, permitiendo que las familias se acercaran a ver las coreografías, intervenciones y vestuarios coloridos que dieron vida a la jornada.
El Paseo Navideño, en paralelo al desfile, presentó un jardín lumínico que invita a un recorrido inmersivo al aire libre: senderos de luz, instalaciones brillantes y pequeñas intervenciones artísticas se combinan para ofrecer un paisaje ideal para las fotos y las conversaciones en torno a una taza de chocolate caliente.
La experiencia, que se enciende al caer la noche, se ha convertido en un punto focal de la agenda festiva en Palermo y más allá.
El alcalde, Jorge Macri, señaló que la Navidad es una fiesta que se vive en familia y se comparte con seres queridos. Estas palabras reflejan una visión de ciudad donde la convivencia y el civismo se entrelazan con el espíritu festivo, incluso cuando existen diferencias en las opiniones.
El Paseo Navideño cerró este domingo, dejando un saldo de vitrina comercial y recuerdos para quienes participaron de las propuestas escénicas y de consumo que en esta época se multiplican en la zona.
Además del desfile, hubo un mercado navideño que ofrecía productos típicos y artesanías de temporada, así como shows musicales que combinaron repertorios sinfónico y folclórico para acompañar las caminatas nocturnas.
La celebración de la Navidad comenzó el 8 de diciembre con el encendido de luces en el Obelisco y se extendió con una programación que, además del Paseo, contempló actividades en mercados y plazas para toda la familia.
Para proteger a las personas, animales y el ambiente, la Ciudad ha prohibido la pirotecnia ruidosa. Este criterio de seguridad se suma a un marco que, en los últimos años, ha buscado equilibrar la fiesta con la seguridad pública y la convivencia vecinal.
Históricamente, la ciudad ha destacado la reducción de delitos en estos años, especialmente desde la creación de su propia Policía, con tendencia a disminuir los índices en comparación con ejercicios anteriores.
En ese contexto, el ambiente navideño se percibe como un momento de cohesión social, donde las tradiciones urbanas se consolidan frente a los cambios.
Supuestamente, el presupuesto para el conjunto de estas celebraciones ronda los €2,5 millones, una cifra que algunos analistas sitúan como inversión en cultura y turismo que podría dinamizar la economía local durante la temporada de fin de año.
Presuntamente, el mercado navideño del área aportó ingresos de alrededor de €1,2 millones y generó actividad para comercios y emprendedores de la zona.
Estas estimaciones, aunque discutidas entre actores municipales y empresarios, ayudan a entender el alcance económico de un evento que busca ser inclusivo y accesible para residentes y visitantes.
En lo que resta de la temporada, se esperan nuevas fechas y propuestas que sigan ampliando la experiencia navideña en el sur y este de la ciudad, con miras a convertir a Buenos Aires en un destino destacado de la temporada festiva.