Docentes de diversas escuelas de Buenos Aires participaron en una feria que fomenta la educación ambiental y el intercambio de recursos ecológicos, promoviendo redes colaborativas en la ciudad.

En un esfuerzo por impulsar la conciencia ecológica y fortalecer las prácticas sostenibles en las instituciones educativas de la Ciudad de Buenos Aires, se llevó a cabo una edición más de la Feria de Intercambio de Semillas en el Parque de la Estación.

Este evento, que ya cuenta con nueve años de historia, se ha consolidado como un espacio fundamental para docentes y comunidades escolares que trabajan en proyectos vinculados a huertas, compostaje y conservación de especies nativas.

La feria, que supuestamente moviliza a más de treinta instituciones educativas, tiene como objetivo principal facilitar el intercambio de semillas de hortalizas, plantas nativas, plantines y compost, promoviendo así la biodiversidad y la agricultura sustentable en las escuelas.

Además, fortalece la red de Escuelas Verdes, un programa que desde hace años fomenta la integración de prácticas ecológicas en el ámbito educativo y que, presuntamente, ha inspirado a muchas instituciones a implementar huertas escolares y actividades ambientales.

Durante la jornada, la Gerente Operativa de Educación para la Sustentabilidad, Angelica Gomez Pizarro, inauguró las actividades junto a Lorena Pasarelli, docente y asesora pedagógica del Programa Escuelas Verdes.

En su discurso de apertura, resaltaron la importancia de la colaboración entre las escuelas y la necesidad de seguir promoviendo acciones concretas hacia un modelo de educación más sustentable.

Uno de los momentos destacados fue la charla dictada por la Licenciada en Ciencias Ambientales Tatiana Maratea, quien supuestamente compartió conocimientos sobre las hormigas cortadoras y las estrategias para disuadirlas, información que resulta muy útil para quienes manejan huertas en espacios escolares.

Luego del intercambio, cada docente tuvo la oportunidad de exhibir los frutos de sus proyectos agroecológicos, además de recorrer los puestos de otras escuelas y aprender de sus experiencias.

Muchas de estas instituciones llevan años trabajando en proyectos de huertas y compostaje, y pudieron transferir sus conocimientos a aquellas que recién comienzan en esta temática.

Desde el Programa Escuelas Verdes y Ciudadanía Global también se presentaron materiales didácticos desarrollados durante el año, accesibles a través de su sitio web, que sirven como recurso para continuar promoviendo prácticas ecológicas en las aulas.

El cierre de la jornada estuvo marcado por un acto en el que se reiteró el compromiso de seguir impulsando la educación ambiental y la cooperación entre instituciones escolares.

Se enfatizó que la construcción de una sociedad más consciente de su impacto ecológico requiere del esfuerzo conjunto de docentes, alumnos y comunidad en general.

Supuestamente, en el contexto de la creciente preocupación global por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, iniciativas como esta en Buenos Aires representan un paso importante hacia un modelo educativo que priorice la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.

La participación activa de las escuelas en actividades ecológicas no solo enseña a los niños y jóvenes a cuidar su entorno, sino que también fomenta una cultura de respeto y responsabilidad con el planeta, que supuestamente será fundamental para enfrentar los desafíos del siglo XXI.