La icónica escultura de la Floralis Genérica en Buenos Aires ha sido restaurada con innovadoras técnicas aeroespaciales tras un daño ocasionado por una tormenta en 2023, recuperando su esplendor y símbolo porteño.

La emblemática Floralis Genérica, uno de los símbolos más reconocidos de Buenos Aires y considerado un ícono de la arquitectura moderna en la ciudad, ha sido sometida a un proceso de restauración integral que ha sorprendido por el uso de técnicas propias de la industria aeroespacial.

La escultura, ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas en Recoleta, volvió a brillar con luz propia tras un daño severo ocasionado por una tormenta en diciembre de 2023, que dejó dos de sus pétalos dañados y en riesgo su integridad estructural.

Supuestamente, la restauración de la Floralis Genérica fue uno de los trabajos patrimoniales más complejos y ambiciosos en la historia reciente de la ciudad.

La escultura, donada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano en 2002, tiene seis pétalos de acero inoxidable y aluminio que en total pesan aproximadamente 16.3 toneladas y alcanzan más de 20 metros de altura. La reparación incluyó no solo la recuperación estética, sino también una revisión estructural profunda para garantizar su durabilidad frente a futuras condiciones climáticas adversas.

Durante más de dos años, un equipo multidisciplinario realizó un análisis exhaustivo de los daños, empleando técnicas y materiales de alta precisión propios de la industria aeroespacial.

Entre los procedimientos utilizados, se destacan ensayos no destructivos, inspecciones con equipos ópticos, técnicas de líquidos penetrantes y corrientes parásitas.

Estas metodologías permitieron evaluar con precisión el estado de cada pétalo sin dañarlos, asegurando así la calidad y seguridad de la intervención.

El proceso incluyó el desmontaje y traslado de los pétalos dañados desde la ciudad hasta una planta industrial en Baradero, donde se realizó la restauración estructural mediante la sustitución de componentes dañados, limpieza, arenado y aplicación de recubrimientos especiales.

La fabricación de las nuevas piezas se realizó con un alto estándar de precisión, empleando bulones y remaches de aleaciones aeroespaciales, que ofrecen una resistencia superior a la tracción y fatiga, garantizando un ensamblaje seguro y duradero.

El traslado de los pétalos desde Baradero hasta Buenos Aires fue una operación logística de gran envergadura. Cada pieza, que pesaba en promedio 3.5 toneladas, fue transportada en barcazas navegando por más de 150 kilómetros a través del río Paraná y el Río de la Plata, combinando tramos marítimos y terrestres.

La última etapa consistió en el montaje en la estructura original en la Plaza de las Naciones Unidas, donde los pétalos fueron colocados cuidadosamente en su lugar con grúas de gran porte.

Jorge Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad, afirmó: “Desde el temporal nos comprometimos a restaurar la Floralis y lo hemos cumplido. La Ciudad ha demostrado que puede realizar trabajos de preservación patrimonial de enorme magnitud, combinando innovación y compromiso”. Además, anunció que la escultura será iluminada con un sistema de luces de última generación que resaltará su belleza nocturna, haciendo que la Floralis tenga un efecto visual impactante para residentes y turistas.

Supuestamente, la restauración contó con el apoyo de alianzas público-privadas, incluyendo empresas como Naranja X, Axion y Samsung, en un marco del Régimen de Patrocinio del Gobierno de la Ciudad.

Para celebrar la recuperación de este símbolo, el próximo sábado se realizarán ferias gastronómicas y shows musicales en la Plaza de las Naciones Unidas, atrayendo a vecinos y visitantes.

Históricamente, la Floralis Genérica fue diseñada por Catalano para simbolizar la vida y el cambio constante en la ciudad. La obra, que combina arte y tecnología, ha sido escenario de múltiples eventos y es considerada un referente en la conservación del patrimonio cultural y arquitectónico en Argentina.

La reciente intervención no solo preserva su estructura, sino que también la posiciona como una atracción moderna que combina innovación, historia y cultura en un solo lugar.