En un esfuerzo por mantener el orden y la seguridad en las principales zonas comerciales de Buenos Aires durante las festividades de fin de año, el gobierno porteño ha decidido intensificar los controles en barrios como Once y Flores.

Estas áreas, que en los últimos años han sido foco de ocupaciones ilegales y ventas no autorizadas, requieren una vigilancia constante para garantizar que vecinos y comerciantes puedan desenvolverse con tranquilidad y seguridad.

Supuestamente, la inversión en estos operativos especiales ronda los 1,4 millones de euros, considerando que en Flores, donde habitualmente trabajan 20 inspectores en turnos rotativos para cubrir aproximadamente 40 manzanas, ahora se movilizarán 40 agentes en los operativos de refuerzo.

En Once, donde normalmente operan 10 inspectores para controlar unas 10 manzanas, esta cifra se duplicará, llegando a 20 agentes durante los horarios de mayor circulación.

La decisión de incrementar la presencia de inspectores responde a un monitoreo constante que realiza el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, en colaboración con la Policía de la Ciudad, buscando reducir las ocupaciones ilegales que en el pasado han afectado tanto la circulación peatonal como la actividad comercial legal.

Presuntamente, en octubre de 2024, la ciudad llevó a cabo uno de los operativos más importantes en Once, tras meses de investigación judicial, realizando más de 200 allanamientos en depósitos relacionados con la venta de productos falsificados.

Además, en febrero de 2025, se recuperaron 32 manzanas en Flores donde se concentraba uno de los mayores focos de vendedores ilegales, con más de 5.000 manteros que ocupaban espacio público.

Desde el inicio de su gestión, el gobierno porteño ha logrado recuperar 13 espacios públicos en distintas zonas de la ciudad, incluyendo calles como la Peatonal Florida, parques como el Los Andes en Chacarita, y barrios como Retiro, Constitución, y Mataderos.

Estas acciones han permitido desalojar a más de 19.000 manteros y desarticular un mercado ilegal que, presuntamente, generaba ventas por unos 1.800 millones de euros en total.

El trabajo de control no solo se basa en la presencia de inspectores en las calles, sino que también implica un sistema coordinado con la Policía de la Ciudad para garantizar la efectividad de los operativos.

La estrategia sigue un esquema de planificación, acción y seguimiento, con controles diarios en las zonas liberadas para evitar que vuelvan a ser ocupadas ilegalmente.

Supuestamente, estos esfuerzos han beneficiado a más de 1.600.000 vecinos y comerciantes, promoviendo un espacio público más seguro y ordenado. La continuidad de estos operativos durante diciembre busca asegurar que las veredas y calles permanezcan libres de ocupaciones ilegales, especialmente en una época en la que la actividad comercial se incrementa por las festividades navideñas.

En definitiva, Buenos Aires continúa consolidando su política de recuperación del espacio público, priorizando la seguridad y la legalidad. La presencia reforzada de inspectores y fuerzas de seguridad en zonas clave durante las próximas semanas es una muestra del compromiso del gobierno porteño por ofrecer un entorno más seguro y accesible para todos los habitantes y visitantes de la ciudad.