La regla del 4% podría no ser suficiente para tu jubilación
Análisis de posibles ajustes a la regla del 4% para la jubilación, con conversiones a euros y ejemplos prácticos sobre cuánto se podría gastar originalmente y cómo variarían esas cifras con las propuestas de Morningstar.
La idea clásica de la #jubilación basada en gastar un 4% anual de los ahorros ha sido durante décadas la guía de muchos planes de retiro.
supuestamente, en entornos de rentabilidad que cambian, ese porcentaje podría quedarse corto para mantener un nivel de vida similar al de la etapa laboral.
Según un informe reciente de #Morningstar para 2025, un jubilado que inicia su #retiro en ese año podría retirar aproximadamente 3.9% de sus ahorros cada año, ajustando por inflación y con una probabilidad cercana al 90% de que el dinero alcance para 30 años. Esto implica que, si el fondo inicial es de alrededor de 920.000 euros, el primer año podría gastarse unos 35.900 euros, en lugar de los 36.800 euros que resultan de aplicar estrictamente el 4% sobre un millón de euros.
La origen de la regla del 4% se remonta a 1994, cuando el asesor financiero Bill Bengen propuso una fórmula simple para financiar tres décadas de jubilación con una cartera equilibrada entre acciones y bonos.
Con esa base, se estimaba que, si se extraía 4% cada año e se ajustaba por inflación, las probabilidades de agotar los fondos eran moderadas. Aunque la tesis ha sido útil como guía, el entorno de mercado actual ha llevado a revisiones en varios frentes. presuntamente, Bengen mismo ha seguido refinando la idea para contemplar carteras ligeramente menos conservadoras y combinaciones de activos más amplias, lo que ha llevado a proponer versiones que permiten retirar un porcentaje mayor sin perder seguridad a lo largo del tiempo.
Entre las mejoras destacadas por Morningstar se encuentran varias estrategias para permitir gastar más sin correr el riesgo de quedarse sin dinero. supuestamente, una puede ser empezar con un gasto inicial cercano al 5% de los ahorros y luego ir ajustándolo cada año en función de la inflación y de cómo se comporte la cartera.
Lo que podría situar el retiro inicial en 4
Otra opción es forgo inflation, es decir, ignorar la corrección por inflación en años en que el mercado haya perdido valor, lo que podría situar el retiro inicial en 4.3% y conservar la capacidad de subir ante caídas puntuales. En la táctica de guardrails, se parte de 4% en el primer año, por ejemplo con un fondo de 1.000.000 de euros, es decir 40.000 euros; en el segundo año se aplica un incremento por inflación de 3% y el consumo total se ajusta al balance de la cartera, lo que podría resultar en un porcentaje de retirada final cercano a 2.9% en ese momento, si la cartera está en torno a 1.400.000 euros debido a un ciclo de mercado alcista que elevó su valor. presuntamente, este método permite otorgar subidas o recortes condicionadas por el comportamiento de los mercados y el saldo disponible.
Otra línea de ajuste se conoce como gasto constante en porcentaje. En esta variante, el retiro crece cada año según el porcentaje fijado, manteniendo un piso mínimo para evitar recortes drásticos. Morningstar señala que este enfoque podría permitir empezar con un 5.7% del valor de la cartera, lo que en un fondo de 920.000 euros equivale a unos 52.400 euros iniciales, y mantener un crecimiento relativo si los mercados acompañan. Endowment o endowment-like, por su parte, toma una media de valor de la cartera durante diez años para calcular la retirada anual, lo que también podría situar el inicio de la jubilación en torno al 5.7% del fondo total.
En conjunto, estas estrategias representan una verdad práctica: la clave no es un único porcentaje, sino la flexibilidad para adaptar el gasto al rendimiento real de la cartera y a las condiciones del mercado.
supuestamente, si un jubilado está dispuesto a ajustar su consumo a partir de señales del portafolio y a permanecer receptivo a revisiones periódicas, podría sostener con mayor holgura su estilo de vida deseado durante las próximas dos o tres décadas.
En la práctica, con un ahorro inicial de 920.000 euros y un retiro inicial que oscile entre 4% y 5%, la diferencia en euros anuales puede ser de varios miles de euros, lo que a la larga influye en la capacidad para cubrir gastos como vivienda, salud y ocio.
La lección es clara: la jubilación no debe reducirse a una cifra única, sino a un marco adaptable que tome en cuenta el rendimiento real, la inflación y los cambios personales a lo largo del tiempo.