Diferencias clave entre la garantía para el hogar y el seguro de vivienda: costos, coberturas y cuándo usar cada una

En Estados Unidos y en otros mercados, la protección del hogar se divide entre dos herramientas que a veces se confunden: la #garantía para el hogar y el #seguro de vivienda.

Aunque cumplen funciones distintas, ambas pueden convivir para reducir riesgos financieros ante fallos y daños. Según un resumen de USA TODAY, la garantía para el hogar cubre el costo de reparar o reemplazar sistemas y electrodomésticos cuando se desgastan por uso normal, mientras que el seguro de vivienda protege la vivienda ante daños causados por eventos como incendios, robos o tormentas y cubre la responsabilidad por lesiones en la propiedad.

Qué cubre una garantía para el hogar: se encarga de los sistemas y aparatos interiores que permiten que la casa funcione, como HVAC (calefacción y enfriamiento), plomería, sistema eléctrico, calentador de agua, electrodomésticos de cocina y de lavandería.

Además, suelen incluirse complementos como equipos de piscina o spa, bombas de pozo y, en algunos programas, filtraciones limitadas del techo o sistemas sépticos.

En términos simples, la cobertura reduce el costo de reparaciones por desgaste normal de estos componentes.

Qué cubre el seguro de vivienda: protege contra daños a la estructura de la vivienda y a la propiedad personal, así como la responsabilidad civil en caso de lesiones de terceros en la propiedad.

Entre las #coberturas típicas se encuentran la vivienda (estructura, garaje adjunto y elementos integrados), bienes personales como muebles y prendas, responsabilidad civil, gastos médicos para visitantes y gastos de vida si la casa queda inhabitable tras un incidente cubierto.

En general, el seguro también cubre incendios, humo, robo, vandalismo, tormentas, granizo, descargas eléctricas y tuberías congeladas. Importante: inundaciones, terremotos o respaldos de alcantarillado no suelen estar cubiertos a menos que se contraten coberturas adicionales.

Costos y comparativa en euros: los precios se expresan en dólares en la fuente original, pero pueden verse convertidos a euros a modo de referencia.

Un plan básico de garantía para el hogar puede costar desde aproximadamente €33,12 al mes (36 USD al mes convertido a euros a una tasa de cambio aproximada de 1 USD = 0,92 EUR).

La gama típica de planes se sitúa entre €36,80 y €92,00 al mes (40–100 USD al mes). En términos anuales, esto equivale a aproximadamente €441,60 a €1.104,00 al año (480–1200 USD al año). Por su parte, el seguro de vivienda tiene #costos mensuales o anuales más variables, pero un gasto anual típico ronda los €2.300,00 al año (2.500 USD al año aproximadamente para muchos propietarios).

Normalmente corresponde presentar una reclamación a la garantía para el hogar

Cuándo solicitar cada tipo de reclamación: si un sistema falla por desgaste o edad, como el HVAC o una lavadora, normalmente corresponde presentar una reclamación a la garantía para el hogar.

Si hay un daño por tormenta, incendio o robo, o si surge una responsabilidad legal por lesiones en la propiedad, la reclamación debe ir al seguro de vivienda.

En la práctica, estas dos coberturas se complementan para reducir el impacto de costos imprevistos.

¿Necesitas ambas cosas? En la mayoría de los casos, la hipoteca obliga a disponer de un seguro de vivienda, pero la garantía para el hogar es opcional y puede ser especialmente valiosa para compradores de casas más antiguas, propietarios que compran viviendas usadas o vendedores que incluyen una garantía como parte del trato.

Sin embargo, no siempre es imprescindible. Como señala un profesional del ámbito: “no siempre vale la pena contratar una garantía para el hogar, especialmente para viviendas nuevas con garantías del fabricante o para dueños que prefieren reservar dinero para reparaciones futuras” (presuntamente).

En conjunto, la decisión depende de la edad y el estado de la casa, así como de la salud de tus ahorros.

Dónde adquirir una garantía para el hogar: diferentes proveedores ofrecen planes en distintas zonas. En informes de revisión de proveedores se destacan servicios conocidos por su reputación y cobertura, entre ellos opciones que suelen figurar en listados de confianza.

En resumen, la elección entre garantía para el hogar y seguro de vivienda no es excluyente, sino complementaria: el seguro protege frente a eventos catastróficos y pérdidas mayores, mientras la garantía ayuda a contener los costos de mantenimiento y reparación de los sistemas y aparatos que permiten funcionar la casa día a día.

Muchos propietarios optan por la combinación de ambas para una protección más amplia, adaptada a la edad de la vivienda, su estado y la situación de ahorro.

Supuestamente, a medida que las casas envejecen, la utilidad de la garantía para el hogar podría incrementar para cubrir reparaciones que de otro modo serían impredecibles, mientras que la necesidad de un seguro robusto sigue siendo fundamental para riesgos mayores y responsabilidad civil.