Investigan presuntas irregularidades en la gestión de la AFA y su impacto en el arbitraje argentino

Guillermo Marconi, un referente en el #arbitraje y en el ámbito periodístico y legal en Argentina, ha sido una voz crítica respecto a la gestión que actualmente realiza la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Con una trayectoria que abarca desde 1975 hasta 1997 como árbitro y una carrera en el periodismo y el Derecho, Marconi ha sido testigo y actor en numerosos episodios que evidencian problemas internos en el fútbol del país.

Durante su entrevista en Clarín, Marconi abordó diversos temas que van desde la polémica en torno a los arreglos arbitrales, hasta investigaciones judiciales que apuntan a posibles vínculos ilícitos entre la #AFA y empresas financieras como Sur Finanzas.

La situación ha generado una profunda preocupación en el ambiente futbolístico y judicial, dado que las investigaciones apuntan a delitos como evasión de impuestos, lavado de dinero y asociación ilícita.

Los allanamientos realizados en clubes y oficinas vinculadas a la AFA indican un período de posible crisis en la estructura del fútbol argentino, que además tiene raíces en la historia reciente del país.

Argentina tiene una tradición futbolística rica y problemática, que en los últimos años se ha visto sacudida por casos de #corrupción y manejos irregulares de fondos públicos y privados.

La investigación sobre Sur Finanzas, una empresa que habría tenido vínculos con la casa madre del fútbol, pone sobre la mesa posibles desviaciones financieras que habrían afectado a varios clubes.

Marconi señala que la pelea por la competencia entre jueces y fiscales ha complicado la resolución rápida de estos casos. Entre las líneas de investigación, destaca el vínculo de algunos dirigentes con propiedades en Villa Rosa, y la supuesta utilización de fondos del club para pagar gastos personales a través de traspasos vinculados a la financiera, que luego fueron descontados en la misma AFA.

El ex árbitro también hizo referencia a los casos de manipulación en el arbitraje, apuntando a una supuesta mano negra que ha afectado el desarrollo de partidos en diferentes categorías.

En su análisis, resaltó que algunos árbitros activos y retirados, incluyendo a figuras como Darío Herrera y Facundo Tello, serían instrumentalizados o presionados por dirigentes para favorecer ciertos resultados, principalmente en partidos importantes como la Copa Sudamericana.

Uno de los aspectos críticos que Marconi denuncia es el sistema de designación de árbitros, donde Federico Beligoy, a cargo de las designaciones, ocupa un cargo que, según algunos expertos, presenta conflictos de interés, ya que también ejerce como Secretario de la Asociación Argentina de Árbitros.

La financiarización del arbitraje

Además, la financiarización del arbitraje, a través de la inversión en ligas y árbitros en negro o en condiciones laborales precarias, revela una política de gestión que favorece intereses económicos sobre la transparencia.

El sindicalista y analista señala que más de 850 árbitros en todo el país han renunciado en los últimos años, en protesta contra la opacidad y los abusos dentro del gremio.

La intención de las autoridades de vaciar la representación sindical ha sido evidenciada por movimientos para intervenir el sindicato de árbitros, aunque por ahora, los dirigentes han logrado resistir.

En relación al contexto político, Marconi recordó que gobiernos anteriores y los actuales han tenido participación o responsabilidad en la situación, señalando que la falta de controles efectivos y la complicidad de ciertos funcionarios han permitido que la corrupción se arraigue en la institución.

La denuncia penal presentada en su momento por el gremio de árbitros, que fue desestimada por el fiscal Manuel Galante, refleja la dificultad para avanzar en las causas judiciales.

Finalmente, Marconi cuestiona el rol del Estado y del Poder Judicial en la fiscalización de las instituciones deportivas, alertando que si no se toman medidas contundentes, el #fútbol argentino seguirá siendo escenario de irregularidades y manejos oscuros que dañan su imagen y su tradición.

La investigación en marcha podría abrir una etapa de esclarecimiento, pero para ello será necesaria la colaboración de todos los actores involucrados y una mayor transparencia en la gestión institucional.