Cataluña ha puesto en marcha un ambicioso plan conocido como el Plan de Impulso del Vehículo Eléctrico 2025-2030, que busca movilizar una inversión superior a 1.400 millones de euros, tanto de fondos públicos como privados, para fomentar la implantación del vehículo eléctrico en la región. El objetivo de esta iniciativa es claro: integrar la #sostenibilidad en el transporte y avanzar hacia un futuro más limpio.
Este plan tiene como principal meta el aumento del ritmo de despliegue de estaciones de recarga y puntos de acceso, que se espera que se dupliquen durante los próximos años.
Además, se propone que el 90% de la flota de vehículos de la Generalitat sea eléctrica para 2030, lo que da cuenta de un compromiso sólido por parte del gobierno catalán.
Asimismo, se prevé triplicar la penetración de vehículos eléctricos en el mercado y así alcanzar la media europea, ampliando así tanto la infraestructura como el apoyo a la demanda.
Se estima que para el año 2030, circulen por las carreteras de #Cataluña alrededor de 120.000 vehículos eléctricos puros, 30.000 vehículos híbridos enchufables y otros 30.000 motociclos eléctricos. Con esta perspectiva, se anticipan 180.000 matriculaciones de vehículos electrificados en la región, además de un ahorro de 470.000 toneladas de CO₂, contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático. Además, se proyecta la creación de 9.000 nuevos puntos de carga de acceso público bajo titularidad de la Generalitat.
880 millones de euros se invertirán para impulsar la demanda de vehículos eléctricos
El desglose de las inversiones es el siguiente: 380 millones de euros se destinarán a la expansión de infraestructuras de recarga, 880 millones de euros se invertirán para impulsar la demanda de vehículos eléctricos, 10 millones se utilizarán para mejorar la percepción social sobre los beneficios de estos vehículos, 135 millones se asignarán a la dinamización de la industria local y la innovación tecnológica, y otros 10 millones se destinarán a asegurar una gobernanza y gestión eficaces del plan.
Con antecedentes como el proyecto de la ciudad de Barcelona, que ya contaba con una diversa oferta en transporte eléctrico, y en un contexto donde el cambio climático demanda acciones urgentes, este plan se presenta como una solución integral para transformar la movilidad de los catalanes y alcanzar los objetivos establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Este esfuerzo se complementa con la creciente concienciación sobre la sostenibilidad y los beneficios económicos que puede aportar una transición hacia un modelo de transporte más limpio.
De esta manera, Cataluña no solo busca convertirse en referente en el uso del vehículo eléctrico en España, sino también contribuir de manera significativa a la reducción de emisiones a nivel europeo y global.
