La ciudad de Valencia continúa ostentando sus siete galardones de la Bandera Azul, tras realizar una limpieza exhaustiva en sus playas para recuperarse de los daños provocados por la dana del pasado octubre. La recuperación y conservación del litoral valenciano siguen siendo una prioridad para el Ayuntamiento, que invirtió cerca de 850.000 euros en estos trabajos.

Imagen relacionada de valencia mantiene sus siete banderas azules tras la limpieza de sus playas tras la dana

Valencia ha logrado mantener sus siete reconocimientos de la Bandera Azul, un galardón que acredita la calidad, seguridad y conservación de sus playas, incluso después de los daños ocasionados por la dana del pasado 29 de octubre.

La responsable del área de Playas en el Ayuntamiento, Mónica Gil, destacó el esfuerzo conjunto realizado para limpiar la costa y garantizar que las playas sigan siendo un referente de calidad en la región.

La Bandera Azul, que otorga anualmente la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), es un símbolo internacional de compromiso con el medio ambiente, la seguridad y la gestión de servicios en las playas.

En 2025, las playas de Valencia que conservan este distintivo son la Malva-rosa, El Cabanyal, El Saler, La Devesa, La Garrofera, Recatí-Perellonet y Arbre del Gos.

Es importante señalar que esta última recuperó su bandera en 2024 tras completar las obras de regeneración costera que realizó la Demarcación de Costas.

Desde el Ayuntamiento, Gil recordó que el jurado internacional que evalúa estas certificaciones valora diversos aspectos como la protección de la biodiversidad, la calidad del agua, la seguridad, los servicios disponibles y la accesibilidad.

Además, resaltó el trabajo realizado por un equipo de 25 operarios y 19 máquinas durante un mes completo para limpiar las playas y devolverlas a su estado óptimo.

El coste total de estas labores, que implicaron una limpieza profunda en toda la extensión del litoral valenciano, fue de aproximadamente 800.000 euros. La mayor parte de los esfuerzos se centraron en las playas del parque natural, como El Saler, la Garrofera y Arbre del Gos, que sufrieron una afectación catastrófica tras la Dana.

La acumulación de más de 36.000 toneladas de residuos, entre troncos, cañas, restos vegetales, enseres domésticos, muebles, coches, plásticos, e incluso restos humanos y animales, complicó enormemente la recuperación del entorno.

Mónica Gil subrayó que, gracias a estos trabajos, Valencia puede ofrecer a residentes y turistas playas seguras y de calidad. La recuperación de las playas no solo tiene un valor ecológico, sino que también refuerza su atractivo turístico y la economía local, que se beneficia en gran medida del turismo de sol y playa.

La Bandera Azul se ha convertido en un símbolo de confianza y compromiso con la sostenibilidad, y su mantenimiento refleja la dedicación constante del Ayuntamiento para preservar estos espacios.

Desde hace años, Valencia ha incrementado su número de galardones, lo que evidencia la mejora continua en la gestión de su litoral. La ciudad ha realizado esfuerzos para mantener altos estándares en la calidad del agua, en la protección de especies y en la prestación de servicios, logrando consolidarse como uno de los destinos costeros más destacados de la Comunidad Valenciana y de España.

La inversión en la conservación y limpieza de sus playas, además de la resistencia frente a fenómenos meteorológicos extremos, demuestra la importancia que la ciudad otorga a su patrimonio natural y a la satisfacción de quienes disfrutan de sus costas.