El Ayuntamiento de València ha logrado garantizar el abastecimiento de agua potable tras el apagón masivo y pide mayor respuesta del Gobierno sobre la vulnerabilidad del sistema eléctrico en España.
El Ayuntamiento de València ha confirmado que, tras el reciente apagón eléctrico que afectó a toda España, ha logrado garantizar de manera técnica el suministro de agua potable en toda la ciudad y en su área metropolitana, gracias a la intervención de las empresas municipales Emivasa y Emshi.
Esta medida ha sido fundamental para evitar una crisis mayor en la distribución de agua, que es un recurso esencial para la población y la economía local.
El apagón ocurrido aproximadamente a las 12:30 horas del día anterior dejó a millones de españoles sin electricidad durante varias horas, afectando servicios básicos y generando situaciones de emergencia en distintas regiones.
En València, la interrupción eléctrica provocó algunas roturas y fugas en la red de agua, complicando la situación, pero el personal técnico del Ayuntamiento actuó rápidamente para solucionar los problemas.
Durante la noche, se movilizaron generadores eléctricos y se redujo la presión del agua en los depósitos para mantener la conectividad entre los depósitos de La Presa y la red de distribución.
María José Catalá, alcaldesa de València, explicó que el Ayuntamiento realizará un exhaustivo análisis de las inversiones necesarias para reforzar la infraestructura ante futuras emergencias similares.
Además, solicitó al Gobierno Central una respuesta clara sobre el grado de vulnerabilidad de la red eléctrica en todo el país, ya que la dependencia de la electricidad para servicios básicos como el agua potable es alarmante.
Desde la visita a las instalaciones de Emivasa, Catalá informó que ya se han restablecido los sistemas semafóricos y que se han doblado los turnos de Policía Local y Bomberos para garantizar la seguridad ciudadana.
La alcaldesa destacó el esfuerzo de más de un centenar de trabajadores que permanecieron en la madrugada reparando las averías en la red, que en total sumaron 12 afectaciones, de las cuales seis ya estaban reparadas y las otras cinco en proceso.
Es importante contextualizar que la red de agua de València abastece a aproximadamente 450.000 abonados, de los cuales solo unos 500 resultaron afectados por los cortes temporales. La gestión de la crisis evidenció la importancia de tener infraestructuras resilientes, especialmente en un escenario donde la dependencia energética puede poner en peligro servicios vitales.
Desde hace décadas, València ha trabajado en mejorar su infraestructura hídrica y energética. La ciudad, con una población que supera los 800.000 habitantes y un área metropolitana de más de 1.5 millones, ha sido ejemplo en la región por sus sistemas de gestión del agua y la energía. Sin embargo, incidentes como el apagón evidencian la necesidad de una modernización continua y de políticas que apuesten por energías renovables y redes eléctricas más seguras.
El esfuerzo del Ayuntamiento no solo se centra en la reparación y mantenimiento de las instalaciones, sino también en la planificación a largo plazo para hacer frente a eventos extremos.
La alcaldesa Catalá ha resaltado que València está en una etapa de análisis y fortalecimiento de sus recursos para garantizar la continuidad del servicio en cualquier circunstancia.
La vulnerabilidad del sistema eléctrico en España, que en algunos casos ha sido criticada por su dependencia de fuentes externas y su infraestructura envejecida, es un tema que requiere atención urgente.
En resumen, la respuesta rápida y efectiva de València ante la crisis ha resaltado la importancia de inversiones en infraestructuras críticas y la necesidad de que el Gobierno central brinde un marco de colaboración y planificación que asegure la resiliencia del sistema eléctrico y, por ende, de servicios esenciales como el agua potable.
La ciudad continúa trabajando para que situaciones como la ocurrida sean cada vez menos probables, garantizando así la seguridad y bienestar de todos sus habitantes.
