El Ayuntamiento de València ha dado luz verde a una normativa que permite la creación de fanzones en recintos deportivos y ha presentado un plan integral para afrontar la contaminación acústica en la ciudad, con una inversión significativa en movilidad y urbanismo sostenible.

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Estas áreas, que se habilitarán en espacios al aire libre, permitirán a los seguidores de clubes deportivos o grupos musicales reunirse para disfrutar de eventos como partidos, conciertos y otras actividades de ocio sin que ello suponga un incumplimiento de las normativas de ruido.

Supuestamente, esta modificación en el artículo 44 de la ordenanza responde a la necesidad de dar mayor flexibilidad en la gestión de eventos masivos, especialmente en un contexto donde la cultura deportiva y musical en la ciudad ha experimentado un crecimiento notable en las últimas décadas.

La propuesta, que fue respaldada con los votos del equipo de gobierno (PP y Vox), fue criticada por la oposición, que se abstuvo en la votación, argumentando que se trata de una medida que aún requiere mayor planificación y un diagnóstico más preciso.

Además, durante la sesión plenaria, se presentó el Plan de Acción en materia de Contaminación Acústica de València, una estrategia que busca reducir el impacto del ruido en la calidad de vida de sus habitantes.

Este plan incluye acciones de gran alcance, como la implantación de zonas de bajas emisiones, la electrificación del transporte público con una inversión estimada en unos 55 millones de euros, y la sensorizarización de espacios como el Mercado de Russafa, con un presupuesto cercano a los 4,5 millones de euros.

Supuestamente, también se contempla el desarrollo de sistemas fotocatalíticos para disminuir las emisiones en terrazas y la instalación de pavimentos fonoabsorbentes en las principales vías de la ciudad, con una inversión total que podría superar los 50 millones de euros.

Asimismo, se prevé la regulación del espacio destinado a carga y descarga en las calles, con una inversión de aproximadamente 1,8 millones de euros.

Estas acciones forman parte de un esfuerzo integral por hacer de València una ciudad más sostenible y menos ruidosa.

El concejal de Mejora Climática y Acústica, Carlos Mundina, subrayó que el plan cuenta con un diagnóstico elaborado a partir del Mapa Estratégico del Ruido, que supuestamente revela que más del 50% de la población está expuesta a niveles de ruido por debajo de los 55 decibelios, un nivel considerado aceptable para la salud.

Se ha logrado reducir en un 32% el impacto del tráfico rodado en la contaminación acústica

Además, afirmó que desde la puesta en marcha de la primera fase de este mapa, se ha logrado reducir en un 32% el impacto del tráfico rodado en la contaminación acústica.

Supuestamente, la vicepresidenta de la Asociación Vecinal Tres Forques-Vara de Quart, María Santolaria, expresó su preocupación por las condiciones del barrio, donde supuestamente un polígono industrial y una autovía cercana generan niveles de ruido y estrés que afectan la salud de sus residentes.

La representante reclamó medidas concretas, como la instalación de radares de control de velocidad, la modificación de rotondas y el reasfaltado con pavimento fonoabsorbente, para mejorar la calidad de vida en la zona.

Por su parte, la oposición municipal criticó duramente ambas iniciativas. La concejala socialista Elisa Valía consideró que el #plan de acción carece de planificación y cronograma claros, calificándolo de “mero conjunto de ideas sin acciones concretas”.

En la misma línea, Giuseppe Grezzi, de Compromís, afirmó que el plan no incluye estrategias eficaces para reducir el ruido del tráfico, que es el principal foco de #contaminación acústica en València, y que, en su opinión, “el plan sigue siendo papel mojado”.

Supuestamente, el concejal Mundina respondió a estas críticas asegurando que el plan sí cuenta con un diagnóstico sólido y que, desde la primera implementación del mapa del ruido, las afecciones han disminuido notablemente.

Además, resaltó que más del 50% de la población está expuesta a niveles de ruido aceptables y que la ciudad continúa avanzando en su política de sostenibilidad y protección del medio ambiente.