El Ayuntamiento de València inicia una serie de actuaciones para mejorar la seguridad en un cruce concurrido, incluyendo señalización, iluminación LED y cambios en semáforos, tras una auditoría de seguridad vial que identificó altos índices de accidentes.

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El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha un plan integral para mejorar la seguridad en una de las intersecciones más conflictivas de la ciudad, ubicada en la confluencia de la calle Blasco Ibáñez con Cardenal Benlloch y Clariano.

Estas acciones responden a los resultados de una auditoría de seguridad vial que identificó múltiples puntos críticos con altas tasas de accidentes y reclamaciones ciudadanas para optimizar la infraestructura vial.

La intervención comenzó durante la noche, con trabajos dirigidos a señalizar y canalizar el tráfico en la rotonda, específicamente en la mitad sur, que es la más cercana a Cardenal Benlloch.

Se pintaron nuevos carriles y líneas que facilitarán los movimientos de entrada y salida de vehículos, así como las incorporaciones a los carriles principales que cruzan la glorieta, permitiendo una conexión más segura entre Cardenal Benlloch y Clariano.

La problemática detectada en el pasado incluía maniobras peligrosas y trenzados que generaban colisiones. La nueva señalización busca reducir estos riesgos, tal y como ya se implementó en otras zonas de la ciudad, como la plaza de Saragossa.

Uno de los aspectos más novedosos de esta intervención es la instalación de luces LED de alta eficiencia en el cruce de Clariano con Blasco Ibáñez.

Se colocarán dos proyectores de 150 vatios sobre el paso de peatones, que permanecen encendidos toda la noche y se apagan automáticamente al amanecer.

La finalidad es mejorar la visibilidad en horarios nocturnos, especialmente en pasos peatonales donde se han registrado cruces peligrosos en rojo y con vehículos que circulan a exceso de velocidad.

La iluminación LED no solo proporciona mayor seguridad, sino que también contribuye a la eficiencia energética y a la reducción del impacto ambiental.

Asimismo, se han realizado cambios en la señalización para mejorar la visibilidad y accesibilidad en otros puntos críticos. Por ejemplo, en el cruce este de la rotonda, se ha trasladado un Mupi que obstaculizaba la visión de conductores, peatones y ciclistas, además de eliminar una papelera inaccesible que obligaba a cruzar el carril bici sin un paso habilitado.

Estas acciones buscan evitar incidentes y facilitar un tránsito más ordenado.

De cara a los próximos días, se ampliarán las labores de señalización y encauzamiento en la mitad norte de la rotonda. También se instalarán luces LED en las líneas de parada, que replicarán el rojo del semáforo para mejorar la percepción y el cumplimiento de las señales.

Además, se ajustará la regulación semafórica para ofrecer más tiempo en los giros y en la incorporación desde Blasco Ibáñez hacia Cardenal Benlloch, buscando reducir la acumulación de vehículos y mejorar el flujo vehicular.

Otra medida importante será la creación de una zona cebreada junto al carril bici, diseñada para evitar que los vehículos invadan este espacio cuando se paran en la parada, una problemática recurrente que afecta tanto a ciclistas como a peatones.

Asimismo, en la vía de servicio sur de Blasco Ibáñez, se reforzará la señalización de velocidad máxima, establecida en 30 km/h, y se transformará una plaza de aparcamiento en un espacio exclusivo para motocicletas, para evitar que los vehículos estacionen en el carril bici, una causa frecuente de conflictos y accidentes.

Este conjunto de acciones forma parte de una estrategia más amplia del Ayuntamiento, que prioriza la seguridad en puntos de alta accidentabilidad y donde la interacción entre diferentes usuarios de la vía es especialmente delicada.

La selección de estos enclaves se ha basado en criterios como la alta tasa de siniestros desde 2012, reclamaciones ciudadanas y la posibilidad de aplicar soluciones técnicas que puedan ser replicadas en otras áreas de la ciudad.

La historia de la seguridad vial en València refleja un compromiso por mejorar la movilidad y reducir los accidentes. Desde la creación del Servicio de Movilidad en los años 80, la ciudad ha implementado numerosas iniciativas para potenciar el uso de transporte público, las bicicletas y las zonas peatonales, en línea con las tendencias europeas de urbanismo sostenible.

La inversión en tecnología LED y mejor señalización también responde a la normativa europea en eficiencia energética, que busca reducir las emisiones y el consumo eléctrico.

En conclusión, las nuevas medidas en esta intersección de València representan un paso importante en la estrategia municipal para crear un entorno más seguro y eficiente para todos los usuarios, promoviendo una movilidad más responsable y respetuosa con el medio ambiente.