El Ayuntamiento ha aprobado un programa de subvenciones para colegios con el objetivo de promover prácticas sostenibles y reducir los gastos en energía y agua, con incentivos económicos que pueden alcanzar los 2.500 euros por centro educativo.

Imagen relacionada de el ayuntamiento lanza una nueva iniciativa para reducir el consumo energetico en colegios con subvenciones que pueden llegar a 2500 euros por centro

El Ayuntamiento de la ciudad ha anunciado la apertura de una nueva edición del programa de subvenciones 50/50, una iniciativa destinada a sensibilizar y fomentar el ahorro energético en los centros escolares de educación primaria.

La convocatoria, que cuenta con un presupuesto de aproximadamente 70.000 euros (equivalente a unos 77.000 dólares estadounidenses o 64.000 euros en moneda local), busca involucrar a la comunidad educativa en prácticas sostenibles que contribuyan a reducir el consumo energético y de agua en los colegios.

Este programa, que se ha llevado a cabo en años anteriores con gran aceptación, tiene como objetivo principal concienciar a los escolares sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y la eficiencia en el uso de recursos.

Cada uno de los 20 colegios seleccionados en ediciones anteriores ha logrado ahorrar en promedio unos 2.500 euros (alrededor de 2.700 dólares) anuales, de los cuales el 50% del ahorro se devuelve en forma de subvención para el propio centro, mientras que el otro 50% se invierte en acciones que mejoren la eficiencia energética.

La iniciativa, aprobada por la Junta de Gobierno Local, forma parte de un plan municipal más amplio para promover la sostenibilidad en el ámbito educativo.

El nuevo ciclo, correspondiente al curso 2025-2026, contempla la participación de colegios cuyo consumo de energía y agua sea gestionado por el Ayuntamiento, garantizando así un control y seguimiento adecuados.

La cantidad total destinada a esta edición asciende a 70.000 euros, que se distribuirán entre los centros participantes en función de sus propuestas y resultados.

El proceso de participación se abrirá una vez publicado el anuncio oficial en el Boletín Oficial de la Provincia. Los colegios interesados deberán presentar un plan de acción que incluya medidas específicas para reducir su consumo, como la instalación de sensores de movimiento en baños, regulación del caudal en fuentes del patio, utilización de iluminación LED en pasillos, y campañas internas para apagar ordenadores y luces cuando no sean necesarios.

También se recomienda el sellado de ventanas y puertas para evitar pérdidas de calor o entrada de frío, además de la colocación de carteles informativos.

Un aspecto destacado de la iniciativa es la formación de equipos energéticos dentro de cada colegio, integrados por profesores, alumnos, personal de administración, limpieza y la Asociación de Padres y Madres.

Estos equipos contarán con asesoramiento especializado y tendrán un papel activo en la implementación y seguimiento de las medidas, promoviendo la participación de toda la comunidad educativa.

Desde una perspectiva histórica, programas similares en otras ciudades europeas han demostrado que el compromiso de los jóvenes con el medio ambiente puede generar cambios significativos y duraderos.

La Unión Europea, por ejemplo, ha impulsado diversas campañas para reducir el consumo energético en instituciones educativas, logrando ahorros considerables y fomentando una cultura de sostenibilidad desde edades tempranas.

Además del ahorro económico, el proyecto busca transmitir a los estudiantes la importancia de reducir la huella de carbono y preservar los recursos naturales.

La sensibilización temprana es clave para formar ciudadanos responsables y comprometidos con el cuidado del planeta. Entre las medidas concretas que los colegios pueden adoptar se encuentran la instalación de sensores de movimiento, regulación del flujo en fuentes, cambio a iluminación LED, campañas de concienciación y el sellado de ventanas y puertas.

En definitiva, esta iniciativa municipal representa una oportunidad para que los colegios no solo ahorren en sus facturas, sino que también contribuyan activamente a un futuro más sostenible, promoviendo hábitos responsables y fomentando la participación de toda la comunidad educativa en la protección del medio ambiente.