El estado de Nueva York lanza un fondo de 90 millones de euros para apoyar proyectos de infraestructura en comunidades certificadas, impulsando la creación de viviendas asequibles y el desarrollo urbano sostenible.

La gobernadora Kathy Hochul anunció hoy la apertura de solicitudes para un nuevo fondo de 90 millones de euros destinado a la Oferta de Vivienda en el estado de Nueva York, una medida clave en su estrategia para hacer frente a la creciente crisis de acceso a la vivienda asequible.
Este fondo, que forma parte de los más de 1.350 millones de euros en fondos estatales destinados a vivienda en el Presupuesto del año fiscal 2026, busca fortalecer la infraestructura de comunidades certificadas como pro-vivienda.
La inversión en mejoras en sistemas de alcantarillado, electricidad y agua es fundamental para facilitar el desarrollo de nuevas viviendas, especialmente en zonas donde la infraestructura actual es obsoleta o insuficiente.
Desde hace décadas, Nueva York ha enfrentado desafíos para incrementar su oferta de viviendas asequibles, en parte debido a obstáculos estructurales y administrativos.
La modernización de los servicios básicos no solo abre la puerta a la construcción de nuevas viviendas, sino que también atrae inversión privada, fomenta vecindarios más sostenibles y dinamiza las economías locales.
La iniciativa apunta a que las comunidades que ya están certificadas como pro-vivienda puedan acceder a financiamiento que varía entre 2,3 millones y 9 millones de euros, para proyectos que impacten directamente en la infraestructura y, en consecuencia, en la creación de viviendas nuevas.
Para solicitar estos fondos, las ciudades, pueblos y aldeas con certificación pro-vivienda, así como organizaciones de desarrollo económico sin fines de lucro designadas por los condados y municipios, deberán presentar una solicitud consolidada de financiamiento antes del 31 de julio.
Los proyectos elegibles incluyen la instalación, reparación o ampliación de carreteras, sistemas de agua y alcantarillado, servicios eléctricos, además de costos asociados a permisos, diseño y adquisición de maquinaria necesaria para el mantenimiento y operación continua de las infraestructuras.
El proceso de selección se basa en criterios que consideran el compromiso demostrado de las comunidades para mejorar la infraestructura en beneficio de la vivienda, el número de viviendas que se proyecta apoyar, la necesidad de viviendas asequibles en la zona, la preparación del proyecto, la cantidad de fondos que se pueden apalancar y el apoyo del gobierno local.
La evaluación también prioriza proyectos alineados con las políticas regionales de crecimiento inteligente y sostenibilidad.
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La Comunidad de Madrid ha ampliado el programa Mi Primera Vivienda incorporando cuatro nuevas entidades financieras a las tres ya existentes, lo que facilitará a los jóvenes menores de 35 años acceder a la compra de un piso con una hipoteca de hasta el 95% del valor. Descubre más detallesEste fondo es una parte fundamental de la estrategia de Hochul para abordar la crisis de vivienda, que también incluye la creación del Programa de Comunidades Pro-Vivienda, firmado en julio de 2023, que reconoce y recompensa a las comunidades que trabajan activamente para liberar su potencial de desarrollo residencial.
Hasta la fecha, más de 300 localidades en todo el estado han sido certificadas como Pro-Vivienda, y otras 470 han presentado cartas de intención para participar en estos programas.
El apoyo técnico y financiero busca que más comunidades puedan diseñar e implementar políticas que fomenten la construcción de viviendas, incluyendo planes maestros, actualizaciones en las normativas de zonificación y procedimientos de permisos simplificados.
La gobernadora Hochul también asignó 4,9 millones de euros en subvenciones para asistencia técnica, con el fin de acelerar los proyectos de crecimiento urbano y desarrollo municipal.
Según Hope Knight, directora de Empire State Development, esta iniciativa será clave para impulsar las comunidades que están listas para avanzar en sus proyectos de vivienda, ayudando a acelerar la construcción de unidades residenciales necesarias y a crear vecindarios más diversos y vibrantes.
Por otro lado, Walter T. Mosley, secretario de Estado y presidente del Consejo Regional de Desarrollo Económico, enfatizó que la inversión en infraestructura es esencial para un desarrollo económico justo y sostenido, permitiendo a los neoyorquinos vivir, formar familias y prosperar en comunidades más fuertes.
En el contexto histórico, estas acciones se enmarcan en una tradición de políticas públicas en Nueva York que desde principios del siglo XX han buscado equilibrar el crecimiento urbano con la accesibilidad a la vivienda, enfrentándose a desafíos como las migraciones internas, la especulación inmobiliaria y las desigualdades sociales.
La actual estrategia, con un enfoque en infraestructura y sostenibilidad, refleja la evolución de estas políticas hacia modelos más integrados y responsables.
Con estos esfuerzos, Nueva York reafirma su compromiso de ser un estado que promueve la equidad, la innovación y el crecimiento inclusivo, asegurando que todos sus residentes tengan la oportunidad de acceder a viviendas dignas en vecindarios vibrantes y bien conectados.