Las autoridades de Nueva York refuerzan la seguridad en centros religiosos judíos tras un trágico incidente en Washington, con inversiones millonarias y nuevas medidas de protección.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha ordenado a la Policía Estatal intensificar la vigilancia en sinagogas y otros lugares de interés para la comunidad judía, tras el terrible asesinato de dos empleados de la Embajada de Israel ocurrido cuando salían de un evento judío en las inmediaciones del Capitol Jewish Museum en Washington, D.C. Aunque por ahora no se han reportado amenazas específicas dirigidas a Nueva York, las autoridades han aumentado la presencia policial en puntos vulnerables y realizan inspecciones regulares en instituciones religiosas y educativas judías.
Este tipo de incidentes, que generan una profunda preocupación, no son nuevos en la historia de Estados Unidos. La comunidad judía ha enfrentado episodios de antisemitismo desde hace más de un siglo, desde ataques violentos en la década de 1930 hasta los recientes brotes de odio en las redes sociales.
La violencia contra miembros de la comunidad judía no solo afecta a las víctimas directas sino que también genera un clima de miedo que puede extenderse a toda la sociedad.
Hochul expresó que “el antisemitismo representa una amenaza para todos nosotros, y este acto terrorista nos recuerda la importancia de seguir combatiendo el odio en todas sus formas”.
La gobernadora aseguró que la seguridad pública es su máxima prioridad y que continuará luchando contra la discriminación y el odio para garantizar que todos los residentes de Nueva York puedan sentirse seguros en sus comunidades.
En respuesta a estos hechos, el Centro de Inteligencia del Estado de Nueva York mantiene una estrecha colaboración con agencias federales, estatales y locales, y ha reforzado sus esfuerzos para detectar posibles amenazas.
Además, en el presupuesto aprobado para el año fiscal 2026, se asignaron aproximadamente 33 millones de euros (equivalente a 35 millones de dólares) para el programa de Seguridad Comunitaria contra los Crímenes de Odio (SCAHC).
Estos fondos están destinados a fortalecer la protección de organizaciones en riesgo, ya sea por su ideología, creencias o misión.
Desde su creación en diciembre de 2022 bajo la dirección de Hochul, la Unidad de Prevención del Odio y la Discriminación (HBPU) ha trabajado arduamente para ayudar a las comunidades afectadas por prejuicios y ataques de odio.
Esta unidad brinda apoyo mediante reuniones de resolución de conflictos, justicia restaurativa, campañas educativas y asistencia en la presentación de denuncias o en el acceso a recursos.
Además, conecta a las víctimas con las autoridades pertinentes, incluyendo a la Policía Estatal, en caso de que los incidentes escalen a delitos.
La gobernadora Hochul ha reafirmado su compromiso con la protección de todos los grupos vulnerables y ha destacado que estos esfuerzos son fundamentales para mantener la cohesión social y la seguridad en Nueva York.
La historia reciente y los eventos actuales evidencian la importancia de continuar fortaleciendo las políticas y recursos para combatir el odio y promover la tolerancia en una sociedad diversa y multicultural.