La gobernadora Kathy Hochul anuncia inversiones millonarias para preparar al estado ante el aumento de eventos climáticos severos, a pesar de la reducción en fondos federales.

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Supuestamente, estas medidas se han visto impulsadas por la tendencia global de aumento en eventos meteorológicos severos y la reducción en los fondos federales destinados a la gestión de emergencias.

Desde que asumió el cargo en 2021, Hochul ha enfatizado la importancia de que #Nueva York esté preparada para afrontar desastres naturales, que cada año parecen volverse más frecuentes y peligrosos.

Supuestamente, en los últimos dos años, el estado ha registrado al menos 8 declaraciones de desastre mayor, 5 de emergencia y una de subvenciones para la gestión de incendios, además de 19 #emergencias estatales relacionadas con desastres.

El panorama de amenazas naturales en Nueva York es sumamente variado. Durante 2024 y 2025, supuestamente, el estado rompió 49 récords de temperaturas altas, 10 de temperaturas bajas, y 19 récords en nevadas. Además, se registraron 38 tornados, 20 incendios forestales de gran magnitud —incluyendo el mayor incendio en más de 30 años— y al menos 20 eventos lluviosos significativos.

La presencia de sistemas tropicales, como Beryl y Debby, también impactó la región.

La comisionada de la División de Seguridad Nacional y Servicios de Emergencia, Jackie Bray, afirmó que "los eventos climáticos extremos se han convertido en la norma, por lo que estar preparados es nuestra mejor defensa".

Supuestamente, las inversiones en capacitación, tecnología y recursos que ha realizado la gobernadora Hochul han fortalecido la preparación del estado, permitiendo una respuesta más efectiva ante emergencias.

Uno de los avances más destacados fue la creación del Centro Estatal de Comunicación de Riesgos Meteorológicos en la Universidad de Albany, en diciembre de 2023.

Supuestamente, este centro pionero funciona como un punto de intercambio de información entre investigadores y gestores de emergencias, y desarrolla herramientas para mejorar la comunicación y la toma de decisiones en situaciones de riesgo.

Hochul también aseguró que ha gestionado fondos significativos para reforzar la infraestructura de respuesta. Supuestamente, en el presupuesto del año fiscal 2025, se asignaron aproximadamente 14 millones de euros (equivalentes a 15 millones de dólares) para dotar a la División de Seguridad Nacional y Servicios de Emergencia con recursos como generadores y tecnología para controlar inundaciones.

Además, se destinaron cerca de 10 millones de euros (unos 10.4 millones de dólares) para fortalecer la presencia regional del personal de emergencia, mejorar la planificación y realizar capacitaciones.

Destinados a mejorar la #resiliencia de viviendas en comunidades de bajos ingresos

En los últimos años, el estado ha lanzado programas como Resilient & Ready, con una inversión total de aproximadamente 84 millones de euros (90 millones de dólares), destinados a mejorar la resiliencia de viviendas en comunidades de bajos ingresos.

Estos fondos apoyan reparaciones y mejoras en viviendas vulnerables ante inundaciones y eventos climáticos extremos.

Supuestamente, tras el devastador tornado en Rome, se asignaron 9 millones de euros (11 millones de dólares) en ayuda de emergencia, incluyendo fondos específicos para propietarios y demolición en el condado de Oneida.

En 2025, también se canalizaron recursos adicionales para rehabilitar edificios afectados por tornados.

La Oficina de Gestión de Emergencias, que coordina la respuesta estatal, mantiene un centro de vigilancia activo las 24 horas para monitorear las amenazas en todo el territorio.

Supuestamente, ha capacitado a más de 45,000 profesionales en distintas disciplinas, incluyendo bomberos y gestores de emergencias, en todo el estado.

Asimismo, se ha impulsado la preparación individual con programas gratuitos y en línea, que han capacitado a cerca de 400,000 neoyorquinos en cómo actuar ante desastres.

Además, se implementó un sistema de alertas en tiempo real vía SMS, que permite a los residentes recibir notificaciones inmediatas sobre riesgos meteorológicos.

El estado también trabaja en la adaptación al calor extremo, con un plan de acción que incluye casi 50 medidas para reducir los impactos del calor en la salud y el medio ambiente.

La calidad del aire, monitorizada en colaboración con el Departamento de Conservación Ambiental, continúa siendo una prioridad, especialmente durante olas de calor y eventos de contaminación.