Después de evadir la captura durante meses, Turkules finalmente fue atrapado y trasladado en el momento justo para el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos.

El ave silvestre deambulaba por las calles de West Orange, Nueva Jersey, ganando fama y notoriedad al detener el tráfico, picotear neumáticos, perseguir a los residentes y evadir los intentos de las autoridades estatales para capturarlo.

Incluso cuando fue atropellado por un auto, se marchó 'ileso', según un comunicado emitido por el municipio de West Orange.

Cuando un oficial le disparó con una pistola tranquilizante, pareció no afectarle en absoluto y 'siguió caminando con el dardo desafiante'. Los esfuerzos por atraparlo parecían infructuosos: 'Imagínate ver a este pavo.

Es magnífico.

Es enorme.

Y tiene un dardo tranquilizante clavado en él, y simplemente camina con normalidad', dijo Gia Garcia, una residente de West Orange y superfan de Turkules, en una entrevista a As It Happens.

'Como el Terminator.

Como si no le hubiera pasado nada en absoluto'.

Sin embargo, las travesuras locales del ave indomable han llegado a su fin.

El municipio emitió un comunicado informando a los residentes que Turkules ha sido capturado, perdonado por el alcalde por sus supuestos delitos y trasladado a una 'ubicación no revelada' fuera de la ciudad.

Según el comunicado, si no hubiera sido por la cantidad de quejas recibidas por la conducta agresiva de Turkules hacia los peatones, corredores, ciclistas y conductores, las autoridades municipales habrían permitido que se quedara todo el tiempo que quisiera.

No está claro cuándo llegó Turkules a West Orange, pero los residentes han reportado avistamientos desde al menos el verano, según el periódico The Guardian.

A pesar de molestar a la gente, su personalidad enérgica pronto lo convirtió en una celebridad local.

Fue perfilado en The New York Times, tiene su propia página de Facebook y una petición pidiendo a la ciudad que garantice su protección y perdone sus crímenes ha recopilado más de 500 firmas.

Recibió varios apodos locales, como 'Cluck Norris' y 'Gobbles McFeathers', pero Turkules, que rima con Hercules, es el que más se ha quedado.

Garcia tuvo el placer de conocer al pavo por primera vez hace unas semanas.

'Todo el mundo quiere verlo', dijo.

'Y luego lo ves y piensas: 'Dios mío, es hermoso'. Era un espectáculo digno de ver, por lo que era fácil perdonarlo por cualquier caos que estuviera causando en la ciudad'. Según ella, el pavo caminaba incluso cerca de los autos y los residentes tenían que pedirle que se moviera.

Los negocios locales incluso realizaron mercancías para celebrar a Turkules y recaudar dinero para organizaciones benéficas.

Ahora, como otros fanáticos de Turkules, García se encuentra de luto por su pérdida.

'Extraño su comportamiento travieso, eso es seguro.

Y su valentía', dijo.

Cuando se le preguntó qué estaba cocinando para el Día de Acción de Gracias, ella respondió: 'Me declaro en la quinta enmienda'.