Un terremoto de magnitud 3.8 se registró la mañana del jueves en la Isla de Vancouver, específicamente a unos 11 kilómetros al este de Sidney, en Columbia Británica, según informaron las autoridades sismológicas de Canadá. Este evento sísmico ocurrió poco después de las 4 de la mañana hora del Pacífico, y su impacto fue sentido en diversas localidades del sur de la isla, así como en la gran área metropolitana de Vancouver.

Los residentes de ciudades como Victoria y Vancouver reportaron haber sentido movimiento, aunque de manera leve.

Según Collin Paul, un sismólogo de Recursos Naturales de Canadá, el temblor fue "ligeramente sentido" en la costa sur de Vancouver Island, abarcando áreas desde Sooke hasta Ladysmith.

En declaraciones sobre lo ocurrido, mencionó que "las personas en Victoria reportaron sacudidas ligeras, mientras que en Vancouver las percepciones fueron de un temblor débil".

A pesar de la sensación de movimiento, Paul aclaró que no hubo reportes de daños y que, para un sismo de esta magnitud, no se esperaba que existieran daños significativos.

Un mapa interactivo proporcionado por Earthquakes Canada muestra que más de 600 residentes reportaron haber sentido el sismo, extendiéndose sensaciones hasta localidades tan lejanas como Chilliwack y Nanaimo.

Paul también comentó que los sismos de este tipo son fenómenos que típicamente ocurren una vez cada década en esta región.

"Este es uno de los eventos más significativos que hemos observado en los últimos 10 años", añadió, recordando que el último terremoto notable en la misma área tuvo lugar en 2015.

Es importante tener en cuenta que la costa oeste de Canadá, en general, es una región propensa a la actividad sísmica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico.

Este estrecho de tierra es conocido por sus numerosas placas tectónicas, lo que ocasiona sismos con cierta frecuencia.

En la historia reciente, la región ha experimentado varios terremotos significativos, incluso uno de 6.4 de magnitud en la costa norte de Columbia Británica que causó preocupación entre los científicos y residentes.

Mientras los residentes de la Isla de Vancouver y el área metropolitana de Vancouver continúan con sus rutinas diarias, este leve sismo ha servido como recordatorio de la naturaleza activa de la geología en esta parte de Canadá. Si bien hasta ahora no se han reportado consecuencias serias ni necesidades de ayuda, la población local ha sido instada a mantenerse informada sobre la actividad sísmica y prepararse para futuros eventos.

Este fenómeno natural, aunque no causó daños, resalta la importancia de estar preparados ante la posibilidad de sismos más severos en el futuro y la necesidad de fomentar la educación sobre la seguridad sísmica en la comunidad.