Arqueólogos han desenterrado un complejo termal privado en Pompeya, con impresionantes mosaicos y capacidad para 30 personas, ofreciendo un vistazo a la vida de la élite romana.
La ciudad romana de Pompeya, sepultada por la erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C., sigue revelando sus misterios.
Recientemente, arqueólogos descubrieron un magnífico baño privado que data de hace 2,000 años.
Este complejo termal, decorado con lujosos mosaicos, incluye una serie de salas con diferentes temperaturas, similares a las que se encontrarían en un spa moderno.
Gabriel Zuchtriegel, director del parque arqueológico de Pompeya, destacó que este podría ser el mayor complejo termal de una casa privada en la ciudad.
"Los miembros de la élite de Pompeya solían crear grandes espacios en sus hogares, no solo para banquetes, sino también para cultivar relaciones, promover campañas electorales y realizar acuerdos", comentó Zuchtriegel.
Este baño privado tiene capacidad para alrededor de 30 personas, lo que indica su uso en reuniones sociales exclusivas y lujosas.
El descubrimiento se realizó en la conocida como Regio IX, un área central de Pompeya que todavía está siendo excavada.
Este lugar ha ofrecido nuevos aspectos de la vida cotidiana de los pompeyanos.
Las excavaciones han desenterrado otras estructuras, como una panadería, una lavandería y los restos de tres personas que murieron durante la erupción del Vesubio.
En el momento de la erupción, Pompeya contaba con una población de aproximadamente 13,000 habitantes.
Las ruinas de la ciudad se encuentran a unos 23 kilómetros al sureste de Nápoles, y a lo largo de los años se han encontrado más de 1,000 víctimas en diversas excavaciones.
El baño recientemente descubierto muestra paredes polvorientas decoradas con colores vibrantes, incluyendo franjas o bloques de rojo, negro y amarillo, y un gran estanque rectangular con lo que parecen ser escalones o asientos curvados.
Este diseño confirma que el uso de baños termales y banquetes estaba interrelacionado en la vida de los adinerados de Pompeya.
Los habitantes de la ciudad eran conocidos por su amor por el bienestar, y a menudo combinaban el baño con las celebraciones.
La secuencia típica habría sido comenzar con el baño seguido por un banquete, lo que el nuevo complejo termal permitía realizar cómodamente dentro de la misma vivienda.
En otro hallazgo significativo dentro de esta residencia privada, los arqueólogos encontraron los restos de dos personas: una mujer de entre 35 y 50 años que tenía joyas y monedas en su posesión, y un joven que todavía no ha sido identificado.
Este descubrimiento no solo añade un nuevo capítulo a la rica historia de Pompeya, sino que también proporciona una visión fascinante de las costumbres y la vida social de los romanos.
La combinación de lujo, convivialidad y cultura se hace evidente en espacios como estos, que al mismo tiempo eran lugares de relajación y de demostración de estatus social.