En una emocionante madrugada del jueves, Blue Origin, la compañía espacial fundada por Jeff Bezos, llevó a cabo el primer lanzamiento orbital de su cohete New Glenn desde la estación espacial de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, Florida.

El lanzamiento, realizado alrededor de las 2 a.m.

ET, marca un importante paso en el ambicioso plan de Bezos para competir con gigantes como SpaceX en el sector de lanzamientos satelitales.

El New Glenn, que se eleva a la altura de un edificio de treinta pisos, es un cohete reutilizable que utiliza una combinación de oxígeno líquido y metano como combustibles.

A pesar de un primer intento de lanzamiento fallido debido a la acumulación de hielo en una línea de propulsión, este segundo intento fue un éxito rotundo.

Ariane Cornell, vicepresidenta de Blue Origin, expresó su alegría al anunciar que el segundo escenario del cohete había alcanzado la órbita, un objetivo crucial para la empresa.

"Hemos logrado nuestro principal objetivo, llegar a la órbita de manera segura", declaró Cornell durante una transmisión en vivo, celebrando el evento con el equipo de ingenieros y empleados que vitoreaban desde las instalaciones de la compañía en Kent, Washington, y desde Florida.

Sin embargo, no todo salió según lo planeado.

El propulsor reutilizable del cohete, que debía aterrizar en una plataforma en el océano Atlántico tras la separación, no pudo cumplir con esta misión.

Cornell confirmó que se perdió el contacto telemétrico con el booster poco después del lanzamiento.

"De hecho, hemos perdido el booster", admitió Cornell, resaltando que, a pesar de esto, el lanzamiento orbital era el objetivo principal.

Este exitoso lanzamiento es el resultado de más de una década de desarrollo que costó miles de millones de dólares y representa un hito importante no solo para Blue Origin, sino también para la exploración espacial estadounidense en general.

Desde su fundación hace 25 años, la compañía ha trabajado en diversas tecnologías espaciales, pero este es un paso crucial para lograr sus metas a largo plazo.

Jeff Bezos ha compartido su deseo de que este éxito sea un trampolín para múltiples misiones futuras, incluyendo un plan para lanzar hasta 27 misiones relacionadas con la red de internet satelital Kuiper de Amazon, que pretende competir con el servicio Starlink de SpaceX. New Glenn es considerado un cohete significativamente más poderoso que el Falcon 9 de SpaceX, permitiendo transportar cargas más grandes de manera más eficiente.

Con el aumento de la competencia en el sector espacial, donde tanto gobiernos como empresas privadas buscan expandir sus programas, el New Glenn se une a la creciente lista de cohetes estadounidenses que buscan cumplir con los ambiciosos objetivos de exploración y colonización del espacio.

El cohete no solo competirá con el Falcon 9, sino también con el desarrollo de cohetes de próxima generación como el Starship de SpaceX, que promete ofrecer vuelos a precios más accesibles y con una mayor capacidad de reutilización.

La industria espacial está en una fase emocionante, y Blue Origin espera seguir ganando terreno con su tecnología y planes futuros.

Este lanzamiento no solo representa un triunfo técnico, sino también una declaración de intenciones en la carrera espacial contemporánea, donde cada logro cuenta para ganar posiciones en un sector que evoluciona rápidamente.