Una senadora y un diputado liberal están haciendo intentos para prohibir la exportación de caballos vivos desde Canadá para consumo humano, una industria de nicho que los defensores de los derechos de los animales consideran inhumana.

Pero otros argumentan que la prohibición tiene más que ver con la incomodidad de las personas al comer carne de caballo.

Los caballos de tiro se envían en avión de todo el mundo para ser sacrificados y servidos crudos.

Dos proyectos de ley presentados por miembros del Parlamento tienen como objetivo poner fin a esta industria.

Los caballos esperan en sus cajas en el aeropuerto de Calgary, donde serán enviados a Japón, engordados y luego sacrificados para ser consumidos crudos.

La senadora Dalphond y el diputado liberal Louis presentaron sendos proyectos de ley para prohibir la exportación de caballos vivos desde Canadá para consumo humano.

La senadora Dalphond presentó su proyecto de ley en junio, mientras que el diputado liberal Louis lo presentó el mes pasado, casi dos años después de que el primer ministro Justin Trudeau pidiera el fin de esta práctica.

La senadora Dalphond y el diputado Louis están tratando de legislar una prohibición sobre la exportación de caballos vivos desde Canadá para consumo humano.

La senadora Dalphond presentó su proyecto de ley en junio, mientras que el diputado liberal Louis lo presentó el mes pasado.

A pesar de las promesas anteriores del gobierno de tomar medidas, aún no se ha impuesto una prohibición.

El valor de la exportación de caballos vivos a Japón alcanzó los 19 millones de euros el año pasado.

El proyecto de ley del diputado Louis propone multas de hasta 250.000 euros y dos años de prisión como castigo para aquellos que violen la prohibición.

Los caballos son transportados de manera humanitaria según la especialista en bienestar animal Jennifer Woods, quien audita el transporte de los caballos desde Canadá hasta Japón.

Según ella, los caballos son transportados en condiciones humanas y gozan de buen espacio y ventilación.

Jennifer Woods sostiene que aquellos que buscan prohibir la industria de la carne de caballo lo hacen más por la incomodidad que sienten al comer carne de caballo que por el bienestar animal.

A pesar de las objeciones de los defensores de los derechos de los animales, la industria de la carne de caballo ha crecido en los últimos años y genera millones de euros en ingresos.

Según Woods, más de 3 mil millones de personas en todo el mundo consumen carne de caballo, por lo que no hay razón para cerrar una industria legal y en crecimiento.

Los defensores de los derechos de los animales critican la falta de legislación para proteger el bienestar de los caballos durante el transporte y subrayan el sufrimiento al que se someten durante los vuelos largos.

A pesar de las diferencias de opinión en este tema, tanto la senadora Dalphond como el diputado Louis esperan que sus proyectos de ley sean aprobados y que se prohíba la exportación de caballos vivos desde Canadá para consumo humano.

La industria de la carne de caballo es un tema controvertido que ha generado un amplio debate sobre el bienestar animal y los valores culturales en relación con el consumo de carne de caballo.

Autor: Marina von Stackelberg, periodista en CBC News.