Un nuevo observatorio submarino construido en Canadá ha sido instalado en el Sur del Océano Antártico y está transmitiendo datos en tiempo real para monitorear la salud del océano austral.

Este observatorio, desarrollado en colaboración por Ocean Networks Canada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, recoge mediciones importantes sobre el cambio climático y su impacto en las aguas cercanas a la Antártida.

Este proyecto científico conjunta permite obtener datos sobre la temperatura, concentración de oxígeno y niveles de clorofila en el océano.

Antes de la instalación de este observatorio, la mayoría de los datos sobre la Antártida provenían de satélites y de algunos equipos de investigación flotantes.

Ahora, con esta infraestructura situada a unos 23 metros de profundidad cerca de una estación de investigación española en la Isla Livingston, se espera obtener información continua y a largo plazo.

El objetivo fundamental de este observatorio es establecer una serie de tiempo continua en relación a las variables oceánicas, lo cual es escaso en el mundo y aún más en el Sur del Océano Antártico.

Esto permitirá responder preguntas clave sobre el impacto del cambio climático, como cambios en el hielo marino, la formación de glaciares y el retroceso de los hielos.

Estas observaciones también ayudarán a comprender cómo el océano absorbe el dióxido de carbono y su relación con el cambio climático global.

Este nuevo observatorio submarino es una contribución importante al campo de la ciencia antártica.

La falta de observaciones en el Sur del Océano Antártico ha sido un desafío para comprender correctamente las consecuencias del cambio climático en esta área.

Además, una red de observatorios en esta región permitirá obtener información precisa y actualizada, así como apoyar el desarrollo de políticas y regulaciones en beneficio de la sociedad.

El observatorio submarino en la Antártida es una muestra de la colaboración internacional en la investigación científica.

En este caso, Ocean Networks Canada y el CSIC de España han trabajado juntos para establecer esta infraestructura que proporcionará datos cruciales para comprender el cambio climático y sus efectos en los océanos.