Expertos afirman que la planta invasora Eurasian watermilfoil se ha establecido firmemente en varios sitios a lo largo del río San Juan y sus afluentes en New Brunswick, y que los esfuerzos de erradicación son inútiles.

La problemática planta invasora conocida como Eurasian watermilfoil se ha arraigado en diferentes sitios a lo largo del sistema del río San Juan en New Brunswick.

A pesar de los esfuerzos de erradicación, la realidad es que la planta está aquí para quedarse.

Varias autoridades locales han expresado que frenar la propagación de Eurasian watermilfoil puede resultar en una tarea fútil.

La Asociación de Cuenca del Gran Lago de Jemseg lanzó un proyecto piloto el año pasado en un intento por controlar la situación.

Laura Lavigne, una estudiante de maestría en gestión ambiental en la Universidad de New Brunswick, fue la coordinadora del proyecto de eliminación de Eurasian watermilfoil.

Lavigne señaló que el objetivo del proyecto piloto no es la erradicación total, ya que sería una meta demasiado ambiciosa en un cuerpo de agua tan extenso.

El verdadero propósito es ralentizar la propagación y reducir el número de plantas en las áreas más afectadas.

La mayor queja de los usuarios del agua es que las plantas interfieren con actividades recreativas como la pesca, natación y paseos en bote.

La descripción de la planta por parte del Consejo de Especies Invasoras de New Brunswick enfatiza los fuertes impactos que Eurasian watermilfoil puede tener en los ecosistemas acuáticos, incluyendo la rápida formación de densas capas de vegetación en la superficie del agua.

Meghann Bruce, botánica acuática y científica de investigación, descubrió esta especie invasora por primera vez en el río San Juan en 2015. Desde entonces, Eurasian watermilfoil ha sido identificada en varios ríos y embalses de la región.

La planta, apodada 'Planta Zombie', tiene la capacidad de regenerarse a partir de pequeñas partes desprendidas, lo que la convierte en una especie de difícil erradicación.

La principal estrategia para controlar su propagación es la concienciación pública y la adopción de medidas de limpieza y desinfección de equipos acuáticos.

A pesar de que su eliminación total no es posible, es fundamental tomar medidas para evitar que esta planta invasiva se propague a cuerpos de agua adicionales.

La Belleisle Watershed Coalition monitorea la presencia de Eurasian watermilfoil en la Bahía Belleisle, aunque hasta ahora no se han implementado medidas de control.

La coexistencia con especies invasoras puede ser problemática, pero en ciertos casos, como en dicha bahía, el impacto podría no ser tan significativo como inicialmente se pensaba.