Un halcón llamado Caprice se encarga de mantener alejados a los cuervos y gaviotas del eco-centro de Burnaby, donde se depositan residuos orgánicos.

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Caprice es un halcón de la especie Harris que desempeña un papel fundamental en la gestión de residuos del eco-centro de Burnaby, ubicado en la hermosa Colombia Británica.

Su misión principal es mantener alejados a los cuervos y gaviotas que se sienten atraídos por los restos de compost y reciclaje que se acumulan en el centro, un punto frecuentado por miles de aves en busca de alimento cada tarde.

La llegada de Caprice al eco-centro no es una novedad reciente; de hecho, el uso de aves rapaces para controlar la población de aves no deseadas ha sido una práctica común en varias ciudades canadienses, como Coquitlam, Toronto y Ottawa, que han recurrido a estos animales como una solución natural para evitar problemas con aves que alteran la limpieza y el orden en espacios públicos.

Según Zac Der, un oficial de servicios ambientales de la ciudad, Burnaby comenzó a implementar esta estrategia hace más de diez años, después de recibir quejas de la comunidad sobre la cantidad de desechos que los cuervos dejaban en la zona.

“Si no tuviéramos a Caprice aquí, estaríamos inundados de aves”, comenta Der, subrayando la naturaleza disuasoria que ha demostrado Caprice desde su llegada.

Este halcón no es un depredador que caza a las aves locales, sino que su mera presencia actúa como un potente repulsor. Según Der, incluso cuando Caprice simplemente descansa en una percha, se puede notar una notable disminución de las aves que rondan el área.

Laura Lankford, cuidadora y amiga de Caprice, supervisa a este majestuoso halcón de lunes a jueves, días en los que se recibe más compost en el eco-centro.

Ella describe a Caprice como “fiera, guerrera y dulce”. Durante su tiempo en el centro, Caprice patrulla el área, volando y posándose en diferentes puntos, siempre manteniendo la atención en su entorno para evitar que los cuervos aprovechen lo que se considera un verdadero “buffet gratis”.

Los cuervos, atraídos por el compost, son un desafío constante y, de no ser por Caprice, la limpieza de la zona sería considerablemente más complicada.

La presencia de un halcón no solo mantiene alejadas a estas aves, sino que también promueve un equilibrio natural en el ecosistema local, mostrando una vez más cómo la fauna puede colaborar con los esfuerzos humanos para mantener un entorno más limpio y ordenado.

Caprice recibe como pago por su trabajo, una generosa cantidad de premios comestibles y caricias por parte de su cuidadora, lo que resalta el vínculo que han construido a lo largo del tiempo.

Los residuos en el centro han causado muchos problemas anteriormente, y la solución de usar un halcón es solo una de las muchas maneras en que las ciudades están comenzando a ver a la fauna como aliada en la gestión ambiental.

Este enfoque innovador en la gestión de residuos no solo es beneficioso para Burnaby, sino que también se alinea con prácticas sostenibles que están ganando cada vez más aceptación a nivel global.

La inteligencia de los agricultores urbanos no solo está redefiniendo la forma en que interactuamos con el medio ambiente, sino que también abre la puerta a soluciones más creativas y efectivas para la conservación de nuestros ecosistemas.