Un nuevo estudio pone de manifiesto la crítica falta de protección de los humedales en todo el mundo, revelando que solo el 17% se encuentran bajo resguardo, lo que pone en riesgo su papel vital en la regulación del carbono y la biodiversidad.

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Un reciente estudio ha puesto en el centro del debate la alarmante falta de protección de los humedales a nivel mundial, revelando que solo el 17% de estas zonas vitales están bajo alguna forma de resguardo.

Los humedales son ecosistemas cruciales para la regulación del carbono, la biodiversidad y la regulación del agua. Kemen Austin, autor principal del estudio publicado en Conservation Letters, afirmó: "Hay un gran desajuste entre la importancia global de estos ecosistemas y el nivel de gestión de su conservación".

El estudio se centró en la escasez de datos sobre estas zonas, que son fundamentales no solo para la vida silvestre, sino también para el equilibrio climático del planeta.

Es alarmante que, a pesar de que Canadá alberga un cuarto de los humedales del mundo, aún existe una gran brecha en la comprensión de la ubicación y el estado de estos ecosistemas subestimados en esta nación.

Los humedales almacenan una cantidad masiva de carbono; se estima que unos 600.000 millones de toneladas se encuentran en estos suelos saturados de agua. Este carbono se almacena gracias a la descomposición de la materia orgánica en ambientes que carecen de oxígeno. Además de su función como sumideros de carbono, los humedales son el hogar de diversas especies de plantas y animales, desde la húmeda cuenca del Congo hasta el frío norte canadiense.

Uno de los ejemplos más notables en Canadá es la región de los Pantanos de Hudson, que abarca un área comparable a la de Alemania y que representa un importante almacén de carbono a nivel global.

Sin embargo, a pesar de ciertos esfuerzos, la investigación actual ha encontrado que más del 25% de los humedales está bajo presión debido a la intervención humana, con un 15% drenados para usos agrícolas.

Una parte preocupante del estudio es que no se contaron los humedales que se encuentran en tierras de pueblos indígenas en Canadá, una decisión tomada debido a la falta de información disponible.

Las investigaciones indican que la gestión indígena suele resultar en menor daño ambiental. Esto sugiere que, si se hubiera considerado esta información, el porcentaje de humedales protegidos podría ser significativamente mayor.

La explotación de recursos en la rica región de Ring of Fire en Ontario plantea otro riesgo potencial para estos ecosistemas. Las iniciativas para extraer minerales necesarios para baterías de vehículos eléctricos podrían resultar en un aumento de las emisiones de carbono desde los humedales perturbados.

A medida que avanza la crisis climática, la importancia de proteger los humedales se vuelve cada vez más crítica. La interferencia en estos ecosistemas no solo afecta su capacidad para almacenar carbono, sino que también impacta en su función de absorber agua de lluvia y liberarla lentamente durante períodos secos.

La restauración de humedales puede llevar miles de años, lo que hace que la conservación sea una obligación urgente.

Afrontar esta problemática requiere de un enfoque integral que incluya la cooperación entre gobiernos, comunidades indígenas y organizaciones ecologistas para desarrollar políticas efectivas que aseguren la protección de estos ecosistemas esenciales para el futuro del planeta.