Una investigación de la Universidad de Waterloo analiza cómo la intensidad de la implicación de los espectadores afecta la actividad cerebral durante partidos de hockey, utilizando tecnología innovadora para entender mejor la experiencia del público.

La investigación, pionera en su enfoque, utilizó una tecnología no invasiva llamada espectroscopía de infrarrojo próximo funcional para analizar en tiempo real cómo reaccionan las diferentes partes del cerebro durante la visualización de partidos de #hockey sobre hielo.
Este análisis se llevó a cabo en un contexto de fervor deportivo, donde aficionados a distintos niveles de implicación fueron expuestos a partidos de hockey, específicamente un juego entre los Cardiff Devils y los Nottingham Panthers, en una estrategia controlada para evaluar sus respuestas cerebrales.
Los resultados mostraron que los fanáticos más apasionados y comprometidos presentaron una mayor activación en una zona del cerebro conocida como la corteza prefrontal medial dorsal, responsable de evaluar y juzgar situaciones sociales.
Esto indica que la implicación emocional y social en el deporte puede influir significativamente en cómo procesan la experiencia visual.
El estudio también tiene un trasfondo histórico interesante. La #neurociencia aplicada a la comprensión de las emociones y reacciones humanas en contextos sociales ha avanzado rápidamente en las últimas décadas.
Sin embargo, su aplicación en el ámbito del deporte y el entretenimiento es relativamente reciente. La tecnología empleada permite captar cambios en la actividad cerebral en segundos, proporcionando datos precisos sobre cómo la pasión afecta la percepción y la evaluación de los eventos deportivos.
Para la investigación, los científicos seleccionaron participantes que mostraban diferentes niveles de interés por el hockey, segmentándolos en grupos con baja y alta implicación.
La evaluación se centró en los momentos clave del juego, como las jugadas con mayor posibilidad de marcar gol o las faceoffs, para analizar la actividad cerebral en esos instantes específicos.
Los hallazgos sugieren que los aficionados más involucrados no solo disfrutan más del juego, sino que también experimentan una respuesta neural más intensa durante los momentos críticos.
Además, los investigadores señalaron que no solo la implicación emocional influye en la experiencia, sino también cómo el entorno social, como ver el partido en una reunión con amigos, puede potenciar esa respuesta cerebral.
Lo que resulta en una mayor satisfacción y sentimiento de comunidad.
El uso de esta tecnología tiene potencial para expandirse a otros #deportes y ámbitos sociales
El uso de esta tecnología tiene potencial para expandirse a otros deportes y ámbitos sociales. Los futuros #estudios podrían explorar cómo la interacción durante las transmisiones en vivo, la presencia de comentaristas o el hecho de seguir el partido en grupo afecta las reacciones cerebrales de los espectadores.
Esto no solo aportaría a mejorar la experiencia deportiva de los fanáticos, sino también a diseñar mejores programas de transmisión y análisis del impacto emocional del deporte.
Este avance en la neurociencia del deporte también abre puertas a aplicaciones en salud pública y bienestar, permitiendo entender mejor cómo las actividades sociales y recreativas influyen en nuestro cerebro.
La Universidad de Waterloo continúa liderando en esta línea de investigación, que combina tecnología innovadora con la pasión por el deporte, uniendo #ciencia y entretenimiento en beneficio de la comprensión del #comportamiento humano.