El fin de El Niño y el inicio de La Niña plantean dudas sobre si las temperaturas globales se enfriarán en 2024 a pesar de los altos registros de calor en los últimos meses.
El impacto del cambio climático ha sido evidente en los últimos años, con 2023 coronándose como el año más cálido registrado hasta la fecha.
A medida que El Niño se acerca a su fin y La Niña se aproxima, las proyecciones indican que las temperaturas globales podrían no experimentar un descenso tan pronunciado como en años anteriores.
Expertos como Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA en Nueva York, señalan que 2024 podría mantenerse en línea con el récord de 2023 debido al final de El Niño y la transición a condiciones neutrales o incluso de enfriamiento, gracias a La Niña.
Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan siendo una preocupación clave, con un claro aumento en las temperaturas observado en 2023. El patrón climático El Niño-Oscilación del Sur, ENSO, presenta ciclos recurrentes aproximadamente cada siete a diez años, con un historial limitado que dificulta las proyecciones a largo plazo.
Aunque 2023 no fue un año de 'súper' El Niño, el calentamiento global persiste debido a la liberación constante de gases de efecto invernadero.
Factores como las altas temperaturas oceánicas y la reducción de aerosoles que reflejan la radiación solar hacia el espacio también han contribuido al aumento en las temperaturas.
A pesar de la posible llegada de La Niña, las temperaturas globales se mantienen tan altas que su efecto podría ser menos significativo en 2024. La conclusión es clara: la tendencia hacia un clima más cálido continúa, incluso si en ocasiones aisladas se registran descensos temporales.
La predicción de Berkeley Earth de que 2024 podría convertirse en el año más cálido en la historia confirma esta preocupante realidad, mientras que eventos como el inicio temprano de la temporada de incendios forestales en Canadá refuerzan la gravedad de la situación.