Un nuevo informe encuentra que la temporada de incendios forestales sin precedentes del año pasado hizo que la calidad del aire en Canadá fuera hasta tres veces peor que los niveles seguros recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Tras un año épico de incendios forestales, la calidad del aire en Canadá no es tan limpia como solía ser.

Un informe reciente reveló que la temporada de incendios sin precedentes del año pasado hizo que la calidad del aire en Canadá fuera hasta tres veces peor que los niveles seguros recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Con el cambio climático estableciendo las condiciones para temporadas de incendios forestales aún más largas y fuertes, los expertos señalan que tomar precauciones es fundamental para nuestra salud.

El informe encontró que los incendios forestales del 2023 produjeron niveles de material particulado hasta 3 veces más altos que los niveles seguros.

Canadá, que solía tener la calidad del aire más limpia de toda América del Norte, se ha visto afectada, con las 13 ciudades más contaminadas de la región ubicadas en el país.

Fort McMurray y Peace River en Alberta, junto con Yellowknife, ocuparon los tres primeros lugares regionales.

A medida que el clima se calienta, creando condiciones para temporadas de incendios forestales más largas e intensas, los expertos señalan que proteger nuestra calidad del aire será fundamental para nuestra salud y desarrollo.

El informe comparó las concentraciones anuales promedio de material particulado fino designado como PM2.5, vinculado a numerosos problemas de salud, de más de 30,000 estaciones de monitoreo de la calidad del aire en todo el mundo.

Canadá ocupó el puesto 93, con una concentración promedio anual de PM2.5 de 10.3 microgramos por metro cúbico de aire, considerado dos o tres veces más allá del nivel recomendado por la OMS.

El informe resaltó que solo 10 de los 134 países analizados se encontraban en el rango aceptable.

Esto pone en duda los avances logrados en la calidad del aire en América del Norte, ya que el humo de los incendios forestales es un factor impredecible que no puede ser regulado.

Además, las partículas de PM2.5, que son extremadamente pequeñas, pueden penetrar profundamente en el sistema respiratorio y hasta en el torrente sanguíneo, causando problemas de salud graves.

En conclusión, la situación actual de la calidad del aire en Canadá representa un desafío importante que impacta no solo la salud de la población, sino también el medio ambiente en general.

Se espera que, con el aumento de las temperaturas y las condiciones propicias para incendios forestales, sea indispensable tomar medidas urgentes y efectivas para proteger la calidad del aire y garantizar un futuro más saludable para todos.