El gobierno de Columbia Británica ha implementado medidas para proteger a las orcas residentes del sur, incluidos cierres de pesca y limitación de la velocidad de las embarcaciones.
En Columbia Británica, el gobierno ha anunciado el cierre de pesquerías de salmón y la imposición de límites de velocidad obligatorios en áreas donde las orcas residentes del sur se alimentan y viajan en un esfuerzo continuo por proteger a la especie en peligro de extinción.
Hasta diciembre, las embarcaciones deben reducir la velocidad a un máximo de 10 nudos en las zonas restringidas por velocidad.
Estas medidas buscan proteger a las ballenas de ruido, contaminantes y mejorar su acceso a presas.
Todos los barcos deben reducir la velocidad a un máximo de 10 nudos en dos zonas restringidas por velocidad cerca de Swiftsure Bank, y no se permite la navegación ni la pesca en zonas de santuario temporales frente a la isla South Pender y el sureste de Saturna Island.
Las pesquerías comerciales y recreativas de salmón estarán cerradas este año y el próximo en las áreas clave de alimentación de las ballenas.
Las medidas forman parte de una serie de acciones que el gobierno ha tomado en los últimos seis años para proteger a las 74 ballenas restantes, incluida la obligación de que las embarcaciones se mantengan al menos a 400 metros de las orcas y que los grupos locales de avistamiento de ballenas no ofrezcan recorridos de avistamiento de residentes del sur.
El gobierno también está proporcionando 2,8 millones de euros durante dos años a la Autoridad Portuaria Fraser de Vancouver para continuar un programa que alienta a los operadores de barcos a reducir la velocidad o mantenerse a distancia mientras viajan por áreas clave de hábitat de orcas residentes del sur.
Otros 267,000 euros se han presupuestado para un sistema de alerta que notifica a los grandes buques comerciales cuando pueden estar cerca de las ballenas a través de una aplicación en línea.
Algunos defensores sostienen que las medidas no son suficientes para recuperar la población en peligro y en disminución.
Se ha abogado por una expansión de la distancia que los barcos deben mantener de las orcas, de 400 metros a 1,000 metros, como será el caso en las aguas del estado de Washington a partir del próximo año.
Según los defensores, las restricciones de velocidad y los cierres de pesca deberían prolongarse y aplicarse en más áreas para garantizar la protección a largo plazo de estas especies amenazadas.