Investigadores identificaron dos especies inéditas de gambas de agua dulce en la región del Pacífico Noroeste, una en British Columbia y otra en Oregon. Ambas especies están en riesgo de desaparición debido a la expansión de especies invasoras y la pérdida de hábitat.

En una reciente investigación llevada a cabo en la región del Pacífico Noroeste, se han identificado dos nuevas especies de gambas de agua dulce que habitan en los ecosistemas de #British Columbia y Oregon.
Estas especies, anteriormente confundidas con la gambas de señal, son ahora reconocidas como únicas y enfrentan serias amenazas que podrían conducir a su extinción.
La primera de ellas, conocida como la gamba de Okanagan (Pacifastacus okanaganensis), fue hallada en el Lago Okanagan, en la provincia canadiense de British Columbia.
La segunda, denominada la gamba desafortunada (Pacifasofacus malheurensis), vive en los ríos y arroyos del centro y este de Oregón, Estados Unidos. Ambos hallazgos subrayan la importancia de una correcta identificación y clasificación de las especies acuáticas, ya que esto facilita la implementación de medidas de protección adecuadas.
Anteriormente, estas especies habían sido aglutinadas bajo la categoría de gambas de señal, una especie más común en la costa del Pacífico. La diferencia principal entre ellas radica en la presencia de una marca blanca en la garra de la gambas de señal; la ausencia o reducción de esta señal en las nuevas especies ayuda a distinguirlas claramente, según explicaron los investigadores.
La catalogación de estas gambas como especies distintas no solo enriquece el conocimiento científico, sino que también tiene implicaciones importantes en los esfuerzos de conservación.
Como explicó el profesor Eric Taylor, de la Universidad de British Columbia, entender las diferentes especies que conforman un ecosistema permite a los científicos evaluar mejor su estado y fragilidad.
Las amenazas que enfrentan estas gambas son considerables. Ambos animales ahora se consideran en riesgo de extinción, principalmente por las actividades humanas y la expansión de especies invasoras. La gamba de Okanagan, en particular, ha sido identificada como vulnerable debido a su hábitat en un lago con un alto impacto humano, donde actividades recreativas y urbanas amenazan su supervivencia.
La gambas de #Oregon también se encuentra en peligro, especialmente por la rápida expansión de la gambas rústica, introducida desde el este de Norteamérica, que compite por recursos y puede desplazar a las especies nativas.
La problemática de las gambas invasoras no es exclusiva del Pacífico Noroeste. A nivel mundial, estas especies a menudo son transportadas inadvertidamente por humanos, ya sea en embarcaciones, en la pesca o en actividades recreativas.
Larson, uno de los investigadores, destacó que las gambas y otros invertebrados acuáticos pueden transportarse en barcos, en balsas y en equipos de pesca, propagando enfermedades y alterando ecosistemas delicados.
Además, las gambas invasoras pueden dañar infraestructuras acuáticas, como canales de riego, diques y puentes, debido a su comportamiento consumidor y su capacidad de mover cantidades significativas de sedimentos.
La presencia de estas especies también puede afectar a la #biodiversidad local, por ejemplo, consumiendo huevos de peces nativos o destruyendo plantas acuáticas esenciales para la salud del ecosistema.
Desde las autoridades y grupos conservacionistas se hace un llamado a la población para evitar la propagación de especies invasoras. Larson advirtió que las acciones humanas, como el traslado de gambas en barcos o la liberación de especies criadas en cautividad, representan un riesgo para estas nuevas especies.
La conciencia pública y las medidas de control son imprescindibles para proteger las gambas autóctonas y garantizar la biodiversidad de la región.
Por su parte, las investigaciones continúan, enfocadas en entender mejor las dinámicas de expansión de las gambas invasoras y en promover acciones de conservación.
La historia natural de las gambas en el Pacífico Noroeste refleja un panorama dinámico, donde las especies nativas se enfrentan a desafíos sin precedentes, y donde la intervención humana puede marcar la diferencia en la supervivencia de estas especies.
La protección de la biodiversidad acuática no solo preserva la riqueza natural de la región, sino que también mantiene la salud de los ecosistemas y sus servicios.
En resumen, el descubrimiento de estas dos nuevas especies de gambas en el Pacífico Noroeste subraya la necesidad de esfuerzos coordinados para evitar su extinción y controlar la expansión de #especies invasoras que amenazan la estabilidad de estos frágiles hábitats.
La #conservación activa, junto con la educación y la regulación del transporte de especies acuáticas, será clave para asegurar que estas gambas, y otras especies similares, puedan continuar formando parte del rico mosaico de la vida silvestre en la región.