Arqueólogos han encontrado las ruinas de enormes ciudades antiguas en las profundidades de la Amazonia ecuatoriana, utilizando sensores láser aéreos para descubrir lo que se oculta en la densa vegetación. Las ciudades se cree que tienen entre 2.000 y 3.000 años de antigüedad.

Un equipo de arqueólogos ha realizado un sorprendente descubrimiento en la Amazonia ecuatoriana.

Utilizando tecnología láser, han podido encontrar las ruinas de enormes ciudades antiguas que se encontraban ocultas entre la densa vegetación de la selva.

Se estima que estas ciudades tienen una antigüedad de entre 2.000 y 3.000 años.

El arqueólogo Stéphen Rostain, quien trabaja para el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, ha calificado este hallazgo como un regalo para los arqueólogos.

Gracias a la tecnología de escaneo láser, los investigadores han descubierto una compleja red de tierras de cultivo, caminos y vecindarios en el valle del río Upano de Ecuador.

Según Rostain, este enfoque es completamente nuevo en la región y ha permitido tener un nuevo entendimiento del pasado humano en la selva tropical más grande del mundo.

El equipo de arqueólogos ha estado trabajando en el valle del río Upano durante años, pero fue recién con la introducción del láser en 2015 cuando pudieron hacer este sorprendente descubrimiento.

Como parte de un proyecto financiado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de Ecuador, aviones equipados especialmente enviaron pulsos láser a través de la vegetación del bosque y midieron su trayectoria de retorno.

Esta técnica, conocida como LIDAR (detección y alcance de luz), permite a los investigadores crear un modelo del terreno debajo del bosque sin dañarlo.

Según el arqueólogo Jay Silverstein, de la Universidad Nottingham Trent en Inglaterra, esto es especialmente importante, ya que permite la reconstrucción exacta de la forma y el tamaño del terreno sin perjudicar el ecosistema forestal.

Los resultados de este estudio son realmente fascinantes, ya que revelan cómo los antiguos habitantes de esta región de la Amazonia ecuatoriana desarrollaron una compleja sociedad con carreteras y una organización urbana.

Sin embargo, Silverstein advierte que no se pueden hacer suposiciones sobre el significado de las formas geométricas reveladas por el láser.

Según él, no se puede determinar si estas formas corresponden a plazas de palacio o a campos agrícolas sin un análisis más detallado.

A pesar de ello, este descubrimiento resalta el potencial de la humanidad para adaptarse a su entorno y crear sociedades complejas.

Silverstein señala que, dado los recursos adecuados, los seres humanos son capaces de construir infraestructuras y encontrar formas de administrar los recursos naturales de manera eficiente.

Sin embargo, también advierte que la civilización es frágil y que no hay garantía de que nuestras sociedades actuales vayan a perdurar en el futuro.