Consejos para evitar problemas legales en la compra-venta de automóviles.

Cuando se decide vender un automóvil, es fundamental llevar a cabo la transferencia de titularidad de forma inmediata en el Registro de la Propiedad Automotor.

Esto se hace no solo para formalizar la transacción, sino también para eximir al vendedor de cualquier responsabilidad civil ante terceros.

Aunque esta normativa puede parecer lógica, en la práctica no siempre se sigue este procedimiento.

Muchas personas optan por entregar su vehículo con la documentación firmada a cambio de un monto de dinero o incluso otro automóvil, sin dejar ningún tipo de registro de la transacción ni de la persona que recibe el vehículo.

En algunos casos, son los compradores quienes piden a los vendedores que no realicen la transferencia por algún obstáculo legal que les impide tener bienes a su nombre, dejando la operación sin un registro formal.

Sin embargo, este tipo de situaciones puede tener consecuencias graves.

En caso de un accidente de tráfico, el vendedor puede ser considerado responsable civilmente si no se ha realizado la denuncia de venta correspondiente, ya que legalmente sigue siendo el propietario del vehículo en el Registro de la Propiedad Automotor.

Cuanto más se demora este trámite, mayor es el riesgo de situaciones complicadas.

Las implicaciones de no llevar a cabo la transferencia son diversas.

Un accidente puede acarrear responsabilidades para el propietario que aparece registrado, quien podría enfrentarse a demandas por daños y perjuicios derivados del accidente.

Es importante recalcar que, aunque en algunos fallos judiciales se ha determinado que el titular registral no es responsable en ciertas situaciones, esto solo sucede cuando se puede demostrar de manera categórica que no se tenía la posesión del vehículo.

Esta problemática es similar en el caso de infracciones de tránsito.

Si no se realiza la transferencia del vehículo en el momento de la compraventa, es complicado probar que el automóvil pertenece realmente a otra persona.

Así, en un accidente de tráfico, la responsabilidad podría recaer sobre el antiguo propietario si no se procede con la transferencia.

Desde la perspectiva del comprador, la situación puede ser aún más crítica.

Si no se completa la transferencia, el vendedor sigue como propietario registrado, lo que significa que el vehículo puede estar sujeto a embargos o secuestros, obligando al comprador a emprender acciones legales para recuperar el dinero invertido en la compra, además de los daños generados.

Por estas razones, es imperativo que al realizar una compraventa de vehículos se solicite primero un informe de dominio para identificar cualquier embargo, prenda u otra complicación que pudiera existir.

Una vez que se tenga una visión clara sobre el estado del vehículo, es crucial realizar la transferencia de manera inmediata.

Esto ayudará a prevenir futuros inconvenientes que puedan surgir.

Es importante aclarar que cada caso debe ser evaluado individualmente, y esta información no debe interpretarse como un asesoramiento legal específico, sino más bien como una guía general para la correcta realización de compra-ventas de vehículos.