Consejos sobre cómo manejar la situación tras un accidente de coche que podría resultar en la declaración de destrucción total y los pasos a seguir con las aseguradoras.

Cuando un vehículo sufre un accidente que conlleva reparaciones extremadamente costosas, existe la posibilidad de que la compañía de seguros califique el siniestro como destrucción total.

En este caso, el propietario del coche accidentado podría recibir una indemnización.

Sin embargo, el monto asegurado al momento del siniestro es crucial, ya que este será el monto que se utilizará para liquidar la póliza y realizar el pago correspondiente.

Lo primero que se debe hacer en una situación de este tipo es revisar cuidadosamente el contrato de la póliza para determinar el valor asegurado y las condiciones de actualización.

En ocasiones, algunas pólizas establecen el compromiso de proveer un vehículo similar en caso de un accidente severo.

Si el valor asegurado no cuenta con una fórmula para su reajuste y está desactualizado, el asegurado puede presentar un reclamo ante la aseguradora.

En este caso, si el asegurado es un consumidor final, podría invocar la Ley de Defensa del Consumidor, dada la naturaleza de la transacción, lo que podría aumentar las responsabilidades de la empresa aseguradora al ser quien debe proporcionar más información al consumidor.

Además, existe la posibilidad de considerar alguna cláusula del contrato de seguro como abusiva.

Los términos de la póliza son fundamentales para determinar el resultado de cualquier reclamación.

En particular, el enfoque gira en si el vehículo ha sufrido una destrucción total.

La aseguradora realizará una inspección del auto y calculará el costo de las reparaciones para decidir si se trata de un daño total o parcial.

Una vez establecido el tipo de cobertura que ofrecerá la aseguradora, es necesario conocer el monto que el propietario del vehículo accidentado recibirá. Esto estará determinado por lo que se haya pactado en la póliza, por lo que es esencial leer con atención las cláusulas relacionadas con la destrucción total, la suma asegurada y la cláusula de reajuste, que detalla cómo se acordó la actualización del monto asegurado.

Según el artículo 56 de la ley de seguros, el asegurador debe comunicarse con el asegurado dentro de los 30 días de haber recibido la información necesaria.

Si la compañía no responde en este plazo, debe brindar la cobertura.

En caso de que se proporcione una respuesta, el monto podría coincidir con lo que el asegurado esperaba o con lo pactado en la póliza.

Sin embargo, hay situaciones en las que los asegurados cuestionan el monto que se les ofrece por la destrucción total.

Aquí es donde se considera crucial cómo se acordaron los términos, ya que la ley establece que hasta el monto asegurado debe ser cubierto, a menos que se haya establecido un acuerdo diferente.

También es vital que la aseguradora cumpla con el deber de proporcionar información clara y precisa, tal como exige la ley de defensa del consumidor.

En algunos casos, la aseguradora podría rechazar la declaración de destrucción total si el monto de reparación determinado por sus inspectores es inferior al que fue estipulado en la póliza.

Si se produce este rechazo, el asegurado tiene derecho a pedir a un concesionario oficial que realice una nueva evaluación y presupuesto para cuestionar o validar la decisión de la aseguradora.

En resumen, para determinar si se da una destrucción total, se debe presentar la denuncia ante la compañía de seguros y esperar a que se pronuncien dentro de los 30 días.

Si la respuesta es afirmativa, se requiere verificar si el monto coincide con el pactado y, en su caso, solicitar intereses moratorios por el retraso en el pago correspondiente.

Es importante tener en cuenta que cada caso es único, y esta nota no representa un asesoramiento específico, sino que ofrece lineamientos generales.