Dos mujeres latinoamericanas se destacan como ejemplos de superación en la industria automotriz, rompiendo barreras de género en Volvo. A pesar de los desafíos, Andrea Paredes de Argentina y Luciana Carneiro de Brasil continúan promoviendo la seguridad y la eficiencia en la conducción de camiones.
La igualdad de género y la diversidad continúan siendo desafíos pendientes en el mundo laboral, y la industria automotriz no es una excepción.
En la actualidad, menos del 1% de las Licencias Nacionales de Transporte Interjurisdiccional (LiNTI) están en manos de mujeres, según datos proporcionados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Estos datos se complementan con los suministrados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, que advierten que solo el 7% de los puestos de trabajo en el sector de transporte terrestre en Argentina son ocupados por mujeres.
En euros, de los 310.644 puestos de trabajos en el sector de transporte terrestre, solo el 7% (20.666) son mujeres, lo que muestra una clara brecha de género en esta industria.
El sector del transporte de carga ha sido tradicionalmente dominado por hombres, pero en medio de este panorama, surgen dos mujeres latinoamericanas que destacan: Andrea Paredes de Argentina y Luciana Carneiro de Brasil, las únicas instructoras de conducción de camiones en toda Volvo a nivel global.
Volvo Group, una empresa pionera en la promoción de la igualdad de género y la diversidad desde 1943, ha fijado objetivos ambiciosos para lograr una fuerza laboral más equilibrada: aspira a que para 2040 el 50% de su plantilla de colaboradores esté integrada por mujeres.
Las historias de Luciana y Andrea son ejemplos inspiradores de superación y dedicación en un entorno mayoritariamente masculino, reflejando los valores de inclusión y diversidad de Volvo.
Ambas coinciden en la importancia de promover la seguridad y la eficiencia en la conducción, transmitiendo estos valores a través de sus cursos de instrucción.
A pesar de los desafíos que aún enfrentan las mujeres en la industria automotriz, tanto en Brasil como en Argentina, Luciana y Andrea son ejemplos vivos de cómo la determinación y el compromiso pueden superar las barreras de género.