El presidente de Ford Sudamérica, Martín Galdeano, aboga por la reducción de impuestos y presenta un panorama positivo para el crecimiento del sector a pesar de las caídas en la producción.

En el reciente coloquio de IDEA, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, hizo eco de una frase que ha causado revuelo en los círculos empresariales: "No nos pidan que bajemos impuestos, sino que reduzcamos el gasto". Esta afirmación dejó claro su enfoque sobre las finanzas públicas, aunque muchos en la industria del automóvil, como el presidente de Ford Sudamérica y Argentina, Martín Galdeano, no comparten totalmente esa visión.

Galdeano enfatiza la necesidad de una reducción de impuestos para que las empresas puedan ser más competitivas en un mercado global.

Reconoce, sin embargo, la importancia de mantener las cuentas públicas en equilibrio, sosteniendo que "reconocemos que el déficit fiscal y el equilibrio de las cuentas públicas son prioritarios, pero eso no impide que debamos abordar la carga impositiva". En su diálogo con Clarín, destacó que el sector automotriz necesita actualizarse en tecnología y procesos para competir efectivamente.

La planta de Ford en Pacheco es un eje central para la producción de la famosa pickup Ranger y se están considerando aumentos en la producción debido a las expectativas positivas del mercado.

Durante este año, la industria automotriz ha tenido un comienzo difícil, con caídas del 36% en producción en el primer trimestre, lo que representó un desafío significativo.

Sin embargo, Galdeano señala que en el tercer trimestre se observó un crecimiento entre el 8% y el 10%, alimentado por sectores como el agrícola, minero y petrolero.

"Estamos proyectando que hacia finales de año la industria automotriz estará produciendo aproximadamente 410,000 vehículos, marcando una caída del 10% respecto al año anterior.

Sin embargo, no nos desanimamos, ya que el próximo año prevemos un repunte entre el 10% y el 15%", afirmó Galdeano.

En cuanto a la producción diaria, Ford ha mantenido la fábrica activa, logrando un ritmo de 300 pickups al día, lo que se traduce en unas 65,000 unidades al año.

A pesar de que podrían alcanzar hasta 110,000 unidades anuales, esto requeriría la incorporación de más personal y ajustes con los proveedores, lo que actualmente se analiza.

Por otro lado, la gama Ranger se mantendrá, aunque Galdeano menciona que están considerando diversas opciones, incluida la introducción de versiones híbridas, ante el éxito inesperado que ha tenido la estrategia de innovación tecnológica.

La participación de mercado de Ford en Argentina asciende a un 30%, y en Brasil se mantiene en un 25%.

Además, el modelo Territory, importado de China, está mostrando un desempeño sólido en el mercado argentino, con ventas que oscilan entre 400 y 700 unidades mensuales, lo que representa una gran oportunidad de crecimiento.

Por último, Galdeano se muestra optimista sobre la introducción de nuevas variantes de modelos, como la versión Tremor de la F-150, que podrían expandir la oferta de Ford en Argentina, asegurando así un futuro brillante para la marca en el país.

En conclusión, mientras que el contexto fiscal presenta sus desafíos, la industria automotriz argentina, con un respaldo fuerte de empresas como Ford, se perfila hacia un crecimiento significativo en los próximos años.