En la ciudad de Buenos Aires, un bus autónomo recorre las calles en un recorrido gratuito para aquellos interesados en experimentar la innovadora tecnología.

Este vehículo, de origen francés, funciona de manera autónoma y se ha convertido en el primer bus de este tipo en Latinoamérica en circular por vías públicas de forma cotidiana.

El proyecto del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), en colaboración con el Parque de la Innovación, busca analizar el potencial de este vehículo autónomo y la posibilidad de expandir su uso a otros espacios urbanos.

El bus circula por un trayecto fijo dentro de los senderos del Parque de la Innovación, ubicado en el barrio de Núñez, frente al estadio de River Plate.

Este bus, que tiene capacidad para 15 personas (11 sentadas), funciona mediante sensores que le permiten monitorear su entorno y tomar decisiones autónomas, como aplicar los frenos en caso de encontrar un obstáculo en su camino.

El diseño del vehículo no incluye espacio para un chofer ni elementos como volante o pedales de acelerador y freno.

El proyecto de investigación busca sentar un precedente para la integración de vehículos autónomos en entornos urbanos, elaborando un mapeo detallado del recorrido y considerando diversos factores que puedan afectar la circulación del bus.

El vehículo cuenta con tecnología avanzada, incluyendo radares LiDAR y un sistema de geoposicionamiento GNSS con una precisión de hasta un centímetro.

El bus autónomo del ITBA funciona de lunes a viernes y ahora también los sábados por la mañana.

Su recorrido tiene 1.100 metros y 5 paradas dentro del Parque de la Innovación, y está habilitado de 9 a 18 horas.

Cualquier persona interesada puede subirse y disfrutar de un paseo gratuito en este innovador vehículo.

Para viajar en el bus autónomo, basta con acercarse al Parque de la Innovación, ubicado en Núñez, frente al estadio de River Plate.

Aunque el bus tiene capacidad para 15 pasajeros, se recomienda no exceder los 11 para garantizar que todos los ocupantes viajen sentados.

El vehículo, que funciona incluso los días de lluvia, ofrece una experiencia única de movilidad urbana que podría marcar un hito en la evolución del transporte público en la ciudad de Buenos Aires.