La Comunidad de Madrid apuesta por la innovación en el sector vitivinícola, recuperando variedades históricas y lanzando nuevos vinos institucionales, con una inversión significativa que fortalece su identidad enológica.

Este producto, elaborado con uvas de la cosecha de 2022, refleja un esfuerzo por rescatar y potenciar las tradiciones vitivinícolas de la región. Supuestamente, el #vino combina las variedades Tempranillo y Cabernet Sauvignon, tras un proceso de crianza en barricas de roble americano y francés durante ocho meses, y se destina exclusivamente a regalos institucionales, sin ser comercializado en canales habituales.
El Encinero, que recibe su nombre del lugar donde se produce, simboliza la recuperación de una marca con historia y significado regional. La iniciativa se complementa con el trabajo de enólogos del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), que además experimentan con uvas autóctonas para crear un vino blanco único en el mundo.
Entre estas variedades, destaca la Malvar, una cepa blanca cultivada en la región desde la Edad Media, la cual había caído en desuso, pero que ahora vuelve a ser valorada por su alta producción y calidad.
Asimismo, los expertos del #IMIDRA están desarrollando un vino con aromas frutales y florales, combinando las variedades Malvar (70%) y Moscatel de grano menudo (30%).
El proceso incluye la fermentación de 200 kilogramos de uvas cosechadas en 2024, con un posterior paso por barricas de roble y acabado en botella, produciendo un total de 115 unidades que se presentarán en 2026.
La iniciativa busca reforzar la identidad vitivinícola madrileña y mostrar su potencial en el ámbito enológico.
Además, supuestamente, los enólogos del IMIDRA han elaborado un vermut ahumado que incorpora botánicos autóctonos, vinos regionales y caramelos de violeta como edulcorante.
La receta ha sido transferida a la empresa Licores Trampero para su posible comercialización, demostrando el apoyo de la investigación a la industria local.
El trabajo de #innovación y recuperación de variedades antiguas tiene una historia que se remonta a finales del siglo XIX
El trabajo de innovación y recuperación de variedades antiguas tiene una historia que se remonta a finales del siglo XIX, cuando la filoxera devastó millones de hectáreas de viñedo en Europa.
La colección de vides de la región, que hoy cuenta con aproximadamente 3.900 muestras, es la segunda más grande de Europa y la tercera en el mundo. Esta colección, que se trasladó a la finca El Encín en 1950, contiene ejemplares de gran valor histórico, como la variedad Teta de Vaca, datada en el siglo II, y la uva Hebén, originaria del norte de África y mencionada en documentos del siglo XVII.
Supuestamente, la conservación de estas variedades ayuda a mantener la biodiversidad y la resistencia frente a plagas y enfermedades. La colección se extiende sobre diez hectáreas de cultivo ecológico, donde los técnicos analizan la evolución y viabilidad de estas cepas, colaborando con otros centros internacionales, como el Banco de Semillas de las Islas Svalbard en Noruega, la mayor reserva de cultivos del planeta.
Por otra parte, la Comunidad de #Madrid ha destinado en 2025 aproximadamente 3,8 millones de euros en ayudas al sector vitivinícola, incluyendo fondos para la reestructuración y reconversión de viñedos, promoción en países extranjeros y modernización de instalaciones.
La Denominación de Origen Protegida Vinos de Madrid, que aglutina a 43 bodegas, más de 2.700 viticultores y cerca de 6.000 hectáreas de viñedo, registró en la última campaña una producción de 35.710 hectolitros, un ligero aumento respecto a 2024, y cuenta con 268 marcas registradas.