La Comunidad de Madrid emite alertas sobre la importancia de la vigilancia y las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los menores en piscinas y zonas de baño durante el verano.
Este verano, la Comunidad de Madrid ha hecho un llamado a la ciudadanía para que se extremen las precauciones en piscinas y zonas de baño, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los niños.
La Dirección General de Salud Pública, parte de la Consejería de Sanidad, ha lanzado una serie de recomendaciones que buscan prevenir accidentes en estos lugares, donde la diversión puede convertirse rápidamente en un momento de angustia.
Entre las pautas esenciales, se destaca la necesidad de evitar juegos como empujones y saltos en la cercanía de las áreas acuáticas.
Es fundamental que los adultos tengan en cuenta el tamaño y la profundidad de las piscinas, adaptándolos a la edad y capacidad de los niños.
Esto no solo mejora la experiencia de baño, sino que reduce considerablemente el riesgo de situaciones peligrosas.
El Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (SUMMA 112) también ha enfatizado la importancia de actuar rápidamente ante cualquier emergencia.
En caso de un incidente, se debe llamar inmediatamente al 112, donde profesionales capacitados pueden ofrecer instrucciones hasta que llegue la ayuda.
Es alarmante saber que un niño puede ahogarse en sólo 10 centímetros de agua en menos de 30 segundos, lo que subraya la necesidad de una vigilancia constante.
Además, se han reportado cifras preocupantes: en 2023, el SUMMA 112 registró 48 intervenciones por ahogamientos, un notable aumento respecto a los 34 casos de 2022. Esto pone de relieve la urgencia de tomar en serio la seguridad en zonas de baño.
Otro aspecto esencial es el uso de dispositivos de flotación.
Muchos padres creen erróneamente que estos objetos proporcionan una seguridad completa, cuando en realidad, pueden inducir a accidentes si no son adecuados para la edad o tamaño del niño.
Los expertos aconsejan que se evite dejar a los niños solos en el agua, incluso si están usando flotadores homologados.
La Consejería de Sanidad también comparte consejos sobre la exposición al sol.
Es vital utilizar protector solar, especialmente en los más pequeños, y mantenerse hidratados para prevenir deshidrataciones.
Asimismo, se recomienda no entrar abruptamente en el agua tras haber estado expuesto al sol o después de haber realizado ejercicio intenso, ya que esto puede provocar cambios drásticos en la temperatura corporal.
Otro punto crucial que se destaca es la vigilancia sobre las instalaciones acuáticas.
Este verano, la Dirección General de Salud Pública está realizando inspecciones en las 1.324 piscinas registradas en la Comunidad, asegurando que cumplan con los estándares higiénico-sanitarios establecidos.
Las localidades que no cuentan con los recursos necesarios para estos controles recibirán apoyo para mantener la seguridad en sus espacios recreativos.
Por ley, todas las instalaciones que operan públicamente deben contar con socorristas, y aquellas piscinas más grandes, que posean entre 500 y 1.000 metros cuadrados de superficie de agua, deben contar también con un enfermero o médico.
Este compromiso con la salud y seguridad en espacios de baño refleja un esfuerzo continuo por garantizar que las familias puedan disfrutar del verano con tranquilidad.