La Comunidad de Madrid anuncia la creación de una nueva Medalla al Mérito en Protección Civil y Emergencias, que reemplazará a la antigua condecoración al Mérito Ciudadano. Esta medida busca distinguir a personas e instituciones que colaboran en situaciones de grave riesgo, catástrofes o calamidades públicas, con diferentes distinciones sin reconocimiento económico. La iniciativa también contempla la instauración de una Mención de Honor para colaboraciones excepcionales en emergencias y desastres.

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La Comunidad de Madrid ha anunciado la creación de una nueva Medalla al Mérito en Protección Civil y Emergencias, una iniciativa que busca distinguir de manera más específica y diferenciada las contribuciones en situaciones de riesgo y catástrofes.

Esta nueva condecoración reemplazará a la anterior Medalla al Mérito Ciudadano, con el objetivo de evitar duplicidades y de reconocer de forma más ajustada los esfuerzos en el ámbito de la protección civil en la región.

La medida fue conocida en la última reunión del Consejo de Gobierno, donde se presentó el borrador de una orden que regulará todos los aspectos relacionados con esta medalla.

El nuevo reconocimiento contará con cuatro tipos de distintivos, sin que impliquen una remuneración económica, sino un reconocimiento público y honorífico.

La primera categoría será la medalla de color rojo, que podrá ser entregada en casos póstumos, en honor a quienes hayan fallecido en acto de servicio, o a quienes hayan sufrido heridas o daños graves durante operaciones de rescate o intervención.

La segunda, la medalla azul, se concederá a quienes realicen acciones destacadas en situaciones de emergencia que hayan puesto en peligro la integridad física de los intervinientes, tanto profesionales como voluntarios.

Por otra parte, la medalla de color blanco distinguirá a profesionales cuya trayectoria en protección civil haya sido especialmente dedicada y relevante, además de reconocer trabajos o investigaciones científicas y profesionales con avances significativos en el campo.

Finalmente, la medalla naranja se reserva para aquellos voluntarios o particulares que hayan dedicado al menos 25 años (continuos o discontinuos) a colaborar con agrupaciones municipales de protección civil inscritas en el Registro de Agrupaciones Municipales de Voluntarios de la Comunidad de Madrid.

Se establece también la creación de una Mención de Honor para aquellas colaboraciones que, en siniestros de gran riesgo, catástrofes o calamidades públicas, hayan supuesto un esfuerzo excepcional o hayan implicado un riesgo notable.

Esta iniciativa forma parte de la política autonómica para reconocer y valorar la labor tanto de instituciones públicas como privadas, y de ciudadanos voluntarios, que intervienen en situaciones de emergencia.

Es importante contextualizar esta decisión en un marco histórico de reconocimiento y fortalecimiento de la protección civil en la región. La región de Madrid, una de las más pobladas y con mayor densidad de actividades económicas en España, ha enfrentado diversos desafíos en materia de emergencias, desde incendios forestales hasta accidentes industriales y fenómenos meteorológicos adversos.

En años anteriores, el gobierno autonómico ha aumentado significativamente su inversión en recursos, formación y equipamiento para los equipos de rescate y emergencias.

La creación de esta medalla refuerza el compromiso de la Comunidad con el reconocimiento de quienes dedican su tiempo y, en ocasiones, ponen en riesgo su vida para salvar a otros.

La inversión en protección civil es una prioridad, y estas condecoraciones sirven también para incentivar el voluntariado y la profesionalización en este campo vital.

En conclusión, la Comunidad de Madrid refuerza su compromiso con la protección y la solidaridad mediante esta nueva medalla, que busca valorar de manera diferenciada y merecida la labor de quienes colaboran en situaciones de grave riesgo.

La iniciativa también subraya la importancia del trabajo coordinado y la solidaridad como pilares esenciales para afrontar emergencias en una región que, pese a su desarrollo, siempre mantiene en vilo la atención a los desastres y la protección de sus ciudadanos.