La Comunidad de Madrid se destaca en la conservación de hábitats de interés comunitario con inversión en proyectos clave para la biodiversidad y la mejora del entorno natural.

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La Comunidad de Madrid, a pesar de ocupar únicamente un 1,6% del territorio nacional, alberga un notable 39% de los Hábitats de Interés Comunitario que existen en España.

Esta situación resalta la importancia de la región en la preservación de ecosistemas que requieren un enfoque especial para su cuidado.

La protección y gestión de estas áreas forman parte de un compromiso más amplio de la Unión Europea hacia la conservación del medio ambiente.

Desde 2021, el Gobierno regional ha destinado 4 millones de euros, de un total de 11 millones, para implementar acciones en 40 espacios naturales.

Esta inversión busca intervenir en áreas clave de la biodiversidad, llevando a cabo mejoras en humedales catalogados.

Proyectos como la restauración de las láminas de agua en lugares como San Juan en Chinchón, El Campillo en Rivas o las Canteras de Alpedrete, son parte esencial de este esfuerzo por cuidar el patrimonio natural de la comunidad.

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, visitó recientemente la Laguna de Soto de las Cuevas, en Aranjuez, donde se están llevando a cabo trabajos de rehabilitación iniciados en diciembre del año anterior.

Durante su visita, Novillo enfatizó que Madrid es la región peninsular con mayor superficie de espacio protegido, con más del 50% de su territorio bajo protección, solamente superada por el archipiélago canario.

La Laguna de Soto de las Cuevas se sitúa en la subcuenca del Jarama y está contemplada dentro del Parque Regional del Sureste.

Esta área es también parte de las Zonas de Especial Protección para las Aves, lo que resalta su relevancia ecológica.


Además, se encuentra incluida en la Red Natura 2000, una denominación de espacios que busca garantizar la biodiversidad en Europa.

El origen de esta laguna se remonta a actividades mineras que se desarrollaron en la segunda mitad del siglo XX. La extracción de arenas y gravas para la construcción provocó un daño notable en sus orillas y en la fauna y flora que habita en el área.

En respuesta a esta situación, el Gobierno regional ha programado una inversión superior a 350.000 euros para su recuperación, un proceso que se espera que dure ocho meses.

Este proyecto no solo busca restaurar la geomorfología de la laguna, sino que también incluye la creación de dos islas con hábitats naturales que favorecerán la presencia de aves en la zona.

Se planifica la instalación de cajas-nido para especies como el cárabo común y la cerceta pardilla, así como la actualización de dos observatorios para los aficionados a la ornitología.

Además, se ampliarán los recursos educativos disponibles para el público y se modernizará la cartelería de la zona, mientras se retirará el plástico y el exceso de combustible seco que afecta los márgenes del acceso a la laguna.

Este tipo de intervenciones son un claro ejemplo del compromiso de la Comunidad de Madrid por mantener un entorno saludable y diverso para futuras generaciones.

La historia de la laguna y su recuperación será un testimonio del trabajo realizado por las autoridades en pos de la conservación ambiental y el impulso de un desarrollo sostenible.