La Comunidad de Madrid impulsa un innovador proyecto para crear zonas verdes urbanas más resistentes y eficientes en el uso del agua, mediante tecnologías avanzadas que permiten un mayor control y cuidado de los espacios verdes.

Este proyecto, que presuntamente busca transformar la gestión de #espacios verdes en la región, se centra en el uso de tecnologías innovadoras para optimizar el mantenimiento y la conservación de áreas naturales en entornos urbanos.
Supuestamente, el objetivo principal es reducir la incidencia de enfermedades y malezas en estas zonas, mediante sistemas avanzados de análisis que permiten monitorear diversos parámetros en diferentes puntos de la región madrileña.
La iniciativa pretende no solo mejorar la calidad estética de las áreas verdes, sino también promover su #sostenibilidad ambiental. La utilización de tecnologías de última generación permitirá un control más preciso del estado de las praderas y facilitará la toma de decisiones basada en datos en tiempo real.
Los ensayos de este proyecto se están realizando en diferentes instituciones académicas de la región. En concreto, en las superficies de césped de la Universidad Francisco de Vitoria, se mide la cantidad de dióxido de carbono que estas zonas verdes pueden capturar, un dato importante para evaluar su contribución a la reducción de gases de efecto invernadero.
Asimismo, se estudia cómo optimizar el uso del agua mediante técnicas que mejoran la huella hídrica, que se calcula en función de la cantidad de agua utilizada en el riego y su eficiencia.
Por otro lado, en los campos de experimentación de la Universidad Politécnica de Madrid, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas, se evalúa el comportamiento de distintas especies de césped frente al estrés hídrico.
Estas pruebas consideran diferentes mezclas de césped sometidas a niveles de riego que van desde el 100% hasta el 50% de la cantidad habitual, con el fin de determinar cuáles son las especies y mezclas más adaptadas a las condiciones de sequía.
Además, se está investigando el uso de productos naturales que estimulan el crecimiento de las plantas, con el propósito de reducir el empleo de fungicidas e insecticidas.
Este enfoque busca no solo mantener la salud de los espacios verdes
Este enfoque busca no solo mantener la salud de los espacios verdes, sino también disminuir el impacto ambiental de los tratamientos químicos.
Una de las tecnologías más destacadas del proyecto Greennatur es la incorporación de un sistema de sensores remotos, desarrollado en colaboración con la Universidad de Cartagena.
Estos sensores permiten la monitorización automática de parámetros del suelo y de la vegetación, proporcionando datos en tiempo real a través de una aplicación móvil.
Con esta información, los investigadores pueden ajustar las estrategias de riego y cuidado de las praderas en función de las necesidades específicas, ahorrando recursos y mejorando la eficiencia.
Supuestamente, estas innovaciones en la gestión de zonas verdes urbanas tienen un potencial enorme para transformar la manera en que las ciudades gestionan sus espacios naturales.
La inversión en estas tecnologías, que en euros equivaldría a varios millones, refleja el compromiso de #Madrid con la sostenibilidad y la protección del #medio ambiente urbano.
Se espera que, con estos avances, las praderas urbanas puedan mantenerse saludables y verdes durante más tiempo, incluso en condiciones de sequía prolongada, contribuyendo así a la mejora de la calidad de vida de sus habitantes y al cumplimiento de los objetivos climáticos de la región.
No te pierdas el siguiente vídeo de infraestructura verde y azul como palanca de transformación ...