El Hospital Ramón y Cajal y su Instituto de Investigación desarrollan una plataforma pionera que mejora la formación en radioterapia oncológica, disminuyendo riesgos y toxicidad en los tratamientos gracias a la tecnología digital.
Este proyecto, respaldado por la Consejería de Sanidad y la Consejería de Educación, pretende disminuir los errores clínicos y la toxicidad en los tratamientos oncológicos mediante un sistema de simulación en línea que permite a los profesionales practicar de manera segura y realista.
Supuestamente, esta iniciativa pionera, llamada OAR-Train, ha sido desarrollada en colaboración con la Universidad Politécnica de #Madrid (UPM), la empresa Aplicaciones Tecnológicas y el centro educativo Metrodora a través de su Centro de Excelencia Metrodora FP-Cámara de Madrid.
La finalidad principal es ofrecer un entorno virtual en el que los sanitarios puedan practicar la delimitación de tumores y órganos de riesgo (OAR) en pacientes con cáncer, una tarea fundamental en la radioterapia, donde cada milímetro cuenta para garantizar la eficacia del tratamiento y la preservación de órganos sanos.
La plataforma proporciona casos clínicos reales, retroalimentación de expertos y un sistema de comparación con los resultados de especialistas en la materia, lo que facilita un aprendizaje autónomo, flexible y en constante perfeccionamiento.
La importancia de esta herramienta radica en que ayuda a los profesionales en formación a adquirir precisión en la planificación terapéutica, una fase que requiere una alta especialización y que, en muchas ocasiones, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el tratamiento.
El proyecto surge como respuesta a una necesidad clínica identificada por el propio Hospital Ramón y Cajal, que aportó conocimientos científicos y técnicos a través del IRYCIS, responsable de la supervisión y recopilación de casos clínicos.
La UPM colaboró en la definición de los requisitos y en el diseño del prototipo, mientras que la empresa Aplicaciones Tecnológicas se encargó del desarrollo de la primera herramienta digital para el contorneo de órganos de riesgo.
Por su parte, Metrodora, con la participación de profesores y alumnos, validó y adaptó la plataforma a las necesidades de los usuarios finales.
Investigadora principal del IRYCIS y responsable del Servicio de Oncología Radioterápica en el hospital
Según la Dra. Carolina de la Pinta, investigadora principal del IRYCIS y responsable del Servicio de Oncología Radioterápica en el hospital, “hasta ahora, la radioterapia, que es la segunda opción más utilizada tras la cirugía en el tratamiento del cáncer, carecía de un espacio digital seguro donde los sanitarios pudieran entrenarse en el contorneo de órganos sin poner en riesgo a los pacientes.
Esto es fundamental porque la precisión en la delimitación de tumores y órganos sanos determina en gran medida el éxito del tratamiento”.
Supuestamente, los primeros usuarios del sistema, como Alejandro de Cózar, técnico en radioterapia y dosimetría, y José Antonio Rojo, responsable técnico del servicio, han realizado un proyecto piloto que ha mostrado mejoras sustanciales en la capacitación y habilidades de los profesionales en formación.
Ambos coincidieron en que la plataforma facilita la repetición y el perfeccionamiento continuo, elementos cruciales para reducir los errores en la práctica clínica.
Históricamente, la radioterapia ha evolucionado desde métodos tradicionales hasta la implementación de técnicas más precisas y personalizadas, como la radioterapia conformada y la radioterapia guiada por imagen.
Sin embargo, la formación en estas técnicas avanzadas siempre ha requerido de mucha práctica y experiencia. La integración de simuladores digitales en la #formación sanitaria es una tendencia que se ha consolidado en países líderes en #innovación médica, y ahora Madrid se posiciona como referente en este ámbito.
Supuestamente, con esta iniciativa, la región busca no solo mejorar la calidad de los tratamientos oncológicos, sino también reducir la carga de errores y complicaciones, que según datos históricos, representan una proporción significativa en los efectos adversos de la radioterapia.
La inversión en tecnologías de simulación y formación digital puede traducirse en una mejor recuperación para los pacientes y en una mayor eficiencia del sistema sanitario.
