El activista de los derechos humanos y bloguero pro-democracia, Yang Hengjun, ha sido condenado a una sentencia suspendida de muerte por espionaje. Esta sentencia implica que pasará el resto de su vida tras las rejas y podría ser ejecutado por inyección letal si viola un período de buen comportamiento de dos años.

Yang Hengjun, un disidente de los derechos humanos y bloguero pro-democracia, ha tenido una vida de múltiples facetas a lo largo de sus décadas en China, Australia y Estados Unidos.

El lunes, el padre de dos hijos recibió una sentencia suspendida de muerte por parte de un tribunal de Beijing por espionaje.

La sentencia implica efectivamente que el graduado de la Universidad de Tecnología de Sydney pasará el resto de su vida tras las rejas y podría ser ejecutado por inyección letal si viola un período de dos años de buen comportamiento.

Yang, de 57 años, emigró a Australia en 1998 después de dejar el gobierno chino, donde trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Seguridad del Estado.

Sus hijos dijeron en una carta al primer ministro Anthony Albanese el año pasado: 'En palabras de papá, quería que fuéramos criados en el país más hermoso del mundo, donde el estado de derecho es sólido y los derechos humanos están garantizados'.

En 2005, comenzó un doctorado en UTS sobre el impacto de los blogueros en la democratización en China.

Su supervisor y amigo en UTS, el Dr.

Feng Chongyi, dijo: 'Yang abandonó su carrera como cuadro comunista para abrazar la libertad y la democracia en la mediana edad'.

Yang no solo investigó a los blogueros, sino que también se convirtió en un prolífico 'vendedor de la democracia', publicando más de 10 millones de palabras en línea sobre los méritos de la democracia constitucional.

En su tiempo libre, escribió una trilogía de novelas de espías sobre un agente doble chino-estadounidense.

Estas obras no le trajeron éxito comercial, pero sí llamaron la atención de las autoridades chinas.

Los libros fueron prohibidos en China en 2015.

Para el año 2017, Yang había obtenido una posición como académico visitante en la Universidad de Columbia en Nueva York.

Pero su nueva vida en Estados Unidos también lo llevó a alejarse gradualmente de la academia hacia una carrera más lucrativa como agente comprador chino o daigou.