Un tiroteo en una escuela secundaria de Georgia deja cuatro muertos y varios heridos, provocando un llamado urgente a la acción por parte de la vicepresidenta de EE.UU.
Washington: La vicepresidenta Kamala Harris ha hecho un llamado conmovedor para que Estados Unidos "acabe con la epidemia de violencia armada", tras el trágico tiroteo que tuvo lugar en una escuela secundaria de Georgia y que dejó un saldo de cuatro personas fallecidas, incluyendo a dos estudiantes de 14 años y dos profesores.
El suceso se registró en la Apalachee High School, ubicada en Winder, una ciudad pequeña situada a unos 80 kilómetros al noreste de Atlanta.
Además de las víctimas fatales, al menos otras nueve personas resultaron heridas durante el ataque, que se produjo a primera hora de la mañana, hora local.
El autor del ataque, identificado como Colt Gray, un estudiante de 14 años, se entregó a las autoridades después de perpetrar los disparos.
La policía, al recibir la alerta, se apresuró a llegar al campus, donde los estudiantes y profesores se refugiaron en las aulas y posteriormente evacuaron hacia el estadio de fútbol, buscando seguridad.
En una conferencia de prensa breve, el sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, calificó el ataque de "puro mal". "Mi corazón duele por estos jóvenes.
Mi corazón duele por nuestra comunidad.
Pero quiero dejar claro que el odio no prevalecerá en esta comunidad", declaró el sheriff.
También expresó su confianza en que "el amor triunfará sobre lo que sucedió hoy – les aseguro eso".
Cabe señalar que este incidente ha reavivado el debate sobre el control de armas en el país.
En mayo de 2023, el FBI había recibido denuncias anónimas que indicaban amenazas de un posible tiroteo escolar, lo que llevó a la agencia a entrevistar al joven.
Las investigaciones iniciales permitieron a las autoridades identificar y referir el caso al departamento del sheriff de un condado vecino.
La violencia armada ha sido un problema recurrente en Estados Unidos, donde se han registrado numerosas tragedias en escuelas en la última década.
En un contexto más amplio, diferentes estados han implementado diversas medidas para tratar de controlar el uso de armas, pero incidentes como este siguen poniendo a prueba las políticas existentes.
Este nuevo ataque se suma a una lamentable lista de tiroteos en instituciones educativas, que han dejado una huella imborrable en el tejido social de la nación americana, generando un clamor creciente entre los ciudadanos por soluciones efectivas.
Las voces de estudiantes, padres y activistas han exigido cambios que garanticen la seguridad en los entornos escolares, enfatizando la necesidad de un cambio legislativo que limita el acceso a armas de fuego, especialmente entre los más jóvenes.
El presidente de Estados Unidos, junto con otros líderes, se ha comprometido a abordar esta crisis de seguridad pública, aunque la implementación de cambios significativos sigue siendo un desafío político y social en un país dividido en cuanto a la regulación de armas.
El trágico suceso en Georgia es un recordatorio sombrío de la urgentísima necesidad de actuar frente a la violencia armada.