El tifón Yagi ha dejado un saldo de al menos cuatro muertos y numerosos heridos en Vietnam, tras su impacto en la región norte del país.

El tifón Yagi, uno de los fenómenos meteorológicos más intensos que ha azotado la región en la última década, ha provocado una seria crisis en Vietnam.

Las autoridades vietnamitas han confirmado la muerte de al menos cuatro personas y decenas de heridos tras la llegada de este tifón el pasado sábado en la tarde, específicamente en las provincias del norte, Quang Ninh y Haiphong.

Este suceso se produce tras haber dejado huellas de destrucción en la provincia china de Hainan, donde se reportaron tres muertes y aproximadamente un centenar de personas heridas.

Con vientos que alcanzaron hasta 149 kilómetros por hora, Yagi se ha catalogado como un tifón de gran potencia, capaz de causar considerables daños materiales y humanos.

En la capital, Hanoi, los ciudadanos vivieron momentos de angustia y caos, ya que fuertes ráfagas de viento derribaron un árbol que le costó la vida a una mujer.

Quang Ninh es conocido mundialmente por su sitio de patrimonio natural, la Bahía de Ha Long, famosa por sus impresionantes islas de piedra caliza.

Ante la inminente llegada del tifón, se tomaron precauciones extremas que llevaron a la cancelación masiva de cruceros en esta popular región turística.

Por otro lado, Haiphong, un importante centro industrial, alberga fábricas significativas como la de VinFast, fabricante de vehículos eléctricos, y Pegatron, proveedor de Apple.

El impacto del tifón también se sintió en infraestructura eléctrica, ya que se registraron apagones en gran parte de Quang Ninh y la provincia de Thai Binh.

Ante la llegada de Yagi, el gobierno vietnamita emitió alertas y evacuó a quienes vivían en áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra.

Cuatro aeropuertos, incluido el principal de Hanoi, se vieron obligados a cerrar sus puertas.

Las autoridades también realizaron acciones para minimizar el daño de la tormenta, como la poda de árboles en la capital, pero a pesar de estos esfuerzos, el viento y la lluvia causaron la caída de varios árboles y vallas publicitarias.

Muchos barcos que estaban anclados en el puerto fueron arrastrados al mar, lo que evidencia la ferocidad del tifón.

Los habitantes de Hanoi se preparan para enfrentar las secuelas del tifón.

Bao Ngoc Cao, una empresaria de 24 años, expresó su preocupación: "Voy a quedarme dentro y tratar de estar a salvo con mi familia". Recordó que la última vez que Vietnam sufrió un tifón de tal magnitud fue en 2013, durante el cual generalmente las tormentas se debilitan antes de alcanzar la capital.

La actual situación resalta la vulnerabilidad de Vietnam ante fenómenos climáticos extremos, lo que demanda una revisión de las medidas de prevención y respuesta ante desastres en el país, con la esperanza de que tales tragedias no se repitan en el futuro.